Irujo, un toro en la cancha

Irujo txapela niños2009-06-07
Foto Carlos Zuluaga

Fueron varios los amigos que tras la final de ayer en la que Irujo ganó su tercera txapela del manomanista utilizaron esa expresión. La fortaleza que exhibió el de Ibero asemejó a un Mihura que a mitad de Estafeta sobrepasa con facilidad a los corredores "divinos" y entra imponente en el ruedo pamplonés. Aimar aguantó ayer la primer mitad del partido (hasta el 12-15) pero no pudo con el ritmo y los garrotazos de Irujo en la segunda parte.
Irujo ayer apenas regaló, marcó un tremnedo ritmo al encuentro y se transmitió mucha madurez en la cancha. Personalmente me encantó el juego de Juan, sobre todo el golpe del que hizo gala.
Flashes del partido:
Irujo gozó hasta el final: Le dió mucha velocidad a la pelota, incluso en el tramo postrero soltó algún pelotazo de órdago.

Centrado: Así le vi a Irujo, protestó una chapa de arriba y alguna recuperación excesiva de Aimar, poco más, estuvo a lo suyo. Se notaron los consejos de su botillero Eugi.

Aimar acusó el desencanchamiento: En un mano a mano con Irujo hay que aguantar todo el partido con rimto de partido, al final Olaizola II acusó los forfait de Barriola y Beloki.

Calor: Alta temperatura en el Atano III que acusó más Olaizola II, y mucho humo que perjudica a los pelotaris y al público que no fuma.

Tercera txapela manomanista: Irujo iguala a Gallastegui y a Patxi Eugi en el número de campeonatos. Hay margen para algunas más.

Los compañeros de la prensa pelotazale han escrito del match de ayer:
Irujo fundió los plomos a Olaizola II (Lezeta, Diario Vasco)

Quedó patente que ha vuelto el pinchadiscos. Después de casi dos años entre 2007 y 2008 en los que varias lesiones le impidieron rendir a su verdadero nivel, los últimos meses han devuelto la mejor versión de Martínez de Irujo, la del pelotari tan genial como poderoso que pone la música del frontón.
Aunque también pincha tangos de vez en cuando, le gustan sobre todo las piezas movidas: la salsa, el merengue y el rock and roll. Aimar Olaizola fue ayer un compañero de baile que no perdió el paso hasta el 12-15. Irujo conducía a la pareja, pero el de Goizueta alterna con los mejores bailarines. Volvió a demostrarlo. Hasta que se le fundieron los plomos.

Al paso del Irujo campeón (Guinea, Zuza, Diario de Navarra)

Irujo subió ayer al primer puesto del escalafón con los argumentos que le han convertido en un pelotari diferente. Un garrote poderoso con el que le imprime una velocidad diabólica a la pelota, un repertorio amplio y exquisito de recursos, su mentalidad ganadora y, desde que Eugui está en la silla, una cabeza más fría. Tuvo que fajarse el de Ibero para doblegar a un Olaizola II al que le terminaron pesando los 28 días de inactividad, pero que se agarró a sus posibilidades de txapela hasta el final.

Irujo no encuentra réplica (Leoné, Diario de Noticias)

Aimar e Irujo invirtieron sus papeles. Es habitualmente el delantero de Ibero quien acostumbra a cometer errores en las finales. Es el encargado de correr los riesgos. Y para Olaizola II queda reservado el papel de la templanza. El saber estar. Sin estridencias, siempre rinde a un nivel excelente en las grandes citas. Pero ayer ocurrió lo contrario. Fue Irujo quien llevó la iniciativa y el que menos regalos hizo. Por contra, Aimar, que se vio dominado casi desde el inicio, tuvo que buscar alternativas. Arriesgó en exceso y en ocasiones pagó la falta de ritmo. Y es que el goizuetarra llevaba más de un mes sin competir.

Martínez de Irujo reina en el nuevo milenio (Tino Rey, El Correo)

Es el mejor del siglo XXI, sin discusión alguna. En la competición estrella, el Manomanista, desde su debut en 2003, ha disputado cuatro finales y ha ganado tres. En Parejas, el mismo registro. Y en el Cuatro y Medio se metió en las dos última citas y logró un entorchado. En total, 10 finales y siete títulos. Un auténtico fuera de serie.

Noche de San Juan (Ortuzar, Deia)

Le tumbó a Aimar, hijo de un pueblo que convive amistosamente con la lluvia, fresco, en constante corriente, el golpe de calor, el bochorno en el que le obligó a combatir el ritmo acelerado de Martínez de Irujo, feliz en una paisaje de aspecto lunar, pétreo. Le faltaba a Aimar la sombra de los robles y el río, el cobijo del bosque encantado, el lugar que le serena el cuerpo y le activa la mente. La canícula, tenaza incandescente, cortocircuitó su manantial de juego hasta secarlo.

Irujo se hace un hueco en el olimpo de los tricampeone (Aiestaran, Gara)

Y es que, definitivamente, los nostálgicos que añoran los partidos largos y peloteados no tienen razones para la alegría. Que Irujo pegara 48 de sus 129 pelotazos a buena entrando de aire y que cada pelotari se adelantara hasta cinco veces para restar sin esperar al bote hablan de un mano a mano que evoluciona a marchas forzadas.

Irujo se agiganta (Gómez, La Rioja)

Se cumplió el pronóstico. En su doble sentido: se acertó con el ganador y también fue un gran partido. El triunfo esperado de Martínez de Irujo fue totalmente merecido. El delantero de Ibero respondió a lo que de él se esperaba, teniendo en cuenta la trayectoria que venía ofreciendo en los partidos que llevaba jugados en el campeonato y que le han llevado a la final. Y dada la categoría y el juego del rival se presentía una gran batalla, como así fue durante buena parte de la pelea.

Irujo Aimar txapela2009-06-07
Foto Carlos Zuluaga

1 comentario en «Irujo, un toro en la cancha»

  1. que gran juador daria gusto verte por mexico en las nacionales de guadalagara para poder mirar a los grandes pelotaris de españa y francia

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