Andde Bello | SudOuest
Al igual que en semifinales el trinquete Garat de Saint Jean Pied de Port se llenó ayer para la final de la 18ª edición del Super Prestige, única competición manomanista del circuito Esku Pilota. Agusti Waltary, vigente campeón y desafiándose a sí mismo tras decidir sacar de forma tradicional azpitik (desde abajo), no consiguió revalidar el título. El cubano se enfrentó a un Andde Kurutcharry perfectamente preparado en el plano físico y muy preciso en el saque, jugada con la que consiguió catorce tantos.
El saque fue decisivo. Mientras el pelotari de Baigorry sumó catorce y una falta, Waltary se quedó en tres. Una cifra muy lejana a su característico saque «apuño». Sin embargo el cubano salió favorito en las apuestas (100 a 55) y tras un comienzo muy igualado (3-0, 4-4, 6-10, 19-19, 20-20) los dos pelotaris se alternaron en el dominio del marcador. Con el 28-26 para Waltary, el bajo navarro Kurutcharry encadenó siete tantos seguidos (3 de saque y 1 apuño) con los que alcanzó un interesante 33-28. «Sabía que tenía mis opciones en esta configuración de partido y estoy muy feliz de haberlo conseguido. Mi botillero Patrick Ibarrola me ha guiado muy bien tácticamente y sobre todo con la dirección de mis saques. Mi acierto con el disparo inicial ha descolocado verdaderamente a Waltary«.
Al final Kurutcharry finalizaró el encuentro espoleado por una grada enloquecida que coreaba su nombre (34-31, 36-32, 37-34, 40-34).