Urriza-Barrenetxea IV separan cuatro pelotas más vivas y con vuelo, mientras que Ezkurra-Olazar escogen material más fuerte a dos días de la gran final del 42º Campeonato Oficial de Remonte Parejas (que se disputará el sábado a las 16.45 horas, en el frontón Galarreta de Hernani)
Los cuatro remontistas, Ezkura-Olazar por un lado y Urriza-Barrenetxea IV por otro, quedaron contentos de la elección del material que hicieron, esta mañana en el frontón Galarreta, a tan sólo dos días de la gran final del 42º Campeonato Oficial de Remonte Parejas (que se disputará este sábado en el frontón de Hernani desde las 16.45 horas). Así, Urriza-Barrenetxea IV optaron por cuatro pelotas más ligeras en el juego y con bote (dos cueros de 127 gramos y dos de 126 gramos); mientras que Ezkurra-Olazar se quedaron con material más fuerte y con menor vuelo (una de 130 gramos, una de 129 gramos y dos de 128 gramos). Cada uno buscó las pelotas que mejor se amoldan a su juego. Urriza y Barrenetxea buscaron pelotas para evitar que Koteto tenga pelota para terminar los tantos y Ezkurra y Olazar separaron pelotas con menos vuelo y que andan más rápido. Todos quedaron satisfechos tras la elección.
«Las pelotas son de una forma por la mañana y luego a la tarde tienen un rendimiento diferente» afirma un Urriza que reconoció que entre las cuatro pelotas elegidas hay tres parecidas y una totalmente diferente. «Tres de las pelotas separadas cogen vuelo y las hemos elegido para que Koteto no tenga pelota para terminar los tantos. Ha ido de menos a más y con pelota clara tiene mucha facilidad para terminar los tantos». La cuarta pelota es distinta. «Hemos elegido una que no se parece en nada a las otras tres para cambiar el plan si así hiciera falta. Para tener más alternativas elegimos una pelota muy seca. Urriza y Barrenetxea jugarán de azul y tratarán de cargar el juego a Olazar, aunque el delantero de Pamplona cree que el zaguero de Doneztebe no es ningun agujero. «Patxi está bien y si hemos buscado pelotas con bote ha sido para evitar a Koteto más que buscar a Olazar. Los cuatro estamos con juego y con confianza». Urriza disputará su quinta final, de las que ya ha ganado tres, y esta vez tendrá como compañero al joven Barrenetxea IV, debutante en el campeonato y que en su primera aparición ya está en la final. «En semifinales jugó muy bien, y cada vez lo está haciendo mejor. Estoy seguro que en la final no le vencerá la presión».
Endika Barrenetxea es el único de los cuatro finalista que no conoce lo que es la gran final del Parejas. El zaguero hernaniarra tiene claro que será una final dura. «El partido de la liguilla se jugó en el Euskal y nos ganaron 40-38. Será un duelo igualado y ellos tienen el extra de que juega Ezkurra. Eso añade una dificultad más», aunque no le faltarán los ánimos de la grada. «Vendrán muchos amigos y mucha gente de Hernani para animarme. Trataremos de llenar lo más posible la grada para que tenga el mayor apoyo posible. No me faltará apoyo de la grada».
Barrenetxea debuta en la final y en el lado opuesto está Ezkurra, que jugará su novena final en las que en tres ha vestido la txapela de campeón. Esta vez le acompañará su sobrino Patxi Olazar en la zaga como ya ocurriera en la final de 2003. En aquella ocasión no pudieron calarse las txapelas y esta vez aspiran a ganar el campeonato de Parejas. Ezkurra quedó contento del material separado. «Nuestras pelotas no cogen tanto bote, pero andan más rápidas por abajo. Estamos satisfechos, aunque la verdad que no nos preocupamos del material elegido por los rivales, no es un problema. Sabemos como tenemos que jugar. Hacer nuestro juego será lo importante».
Los colorados comenzaron el campeonato con dos derrotas, pero han ido a más ganando los cuatro siguientes encuentros. «Le dimos la vuelta a la situación y ahora el objetivo es ganar la txapela». A pesar de sumar innumerables títulos la ilusión es la misma que el primer día. «Más que ganar lo que motiva es verse en la pomada luchando por los títulos y eso te hace tener ilusión». El partido del sábado lo ve igualado y sin un favorito. «Los dos zagueros no rompen y dejan jugar».