Ayer en Tolosa la cátedra se pegó uno de los batacazos del año, parecido al de la final manomanista que precisamente ganó Bengoetxea VI. El Beotibar contempló atónito como Mikel Olazabal eliminaba del Cuatro y Medio a un Oinatz (16-22) que días antes había cuajado un excepcional partido contra Titín (campeón de la distancia) en el Atano III. El delantero de Areso peleará el sábado (casualidad que se casa su única hermana) en el Labrit de Pamplona con Koka por una plaza en cuartos donde les espera Aimar Olaizola, si se recupera, o la liguilla de semifinales. De ahí la trascendencia del choque en la Bombonera.
Ayer Olazabal antes del primer minuto de juego real ya ganaba 0-7. Oinatz manifestó que no le entraba la pelota de Olazabal, cosa que el de Aspe no desaprovechó pese que en los tantos finales Bengoetxea VI luchara con casta. Tremenda alegría para Mikel, 22 años, al que se le estaba haciendo duro su estancia como profesional después de una exitosa carrera como aficionado.
Foto Diario Vasco