Juan Martínez de Irujo ya ha comenzado a tocar pelota tras su operación de la mano derecha. Lo hace a diario en Ibero, en su pueblo, en un frontón que forma parte de su vida. Luis Guinea en Diario de Navarra nos acerca a la realidad de esa recuperación. Juan lo único que desea es volver a sentirse un pelotari competitivo, después las txapelas ya llegarán.
Todas las tardes Irujo sale al frontón de su pueblo. Los primeros días una goxua con la que ha ido calentando y haciendo manos. Primero 10 minutos, después 20, media hora… el siguiente paso fue hace tres días cuando empezó con la pelota dura. Diez minutos de calentamiento, y después media hora de peloteo del cuatro al cuatro. Así a días alternos. Y todo con la derecha muy bien protegida, con doble capa de taco.
"Estoy muy contento porque los plazos se van cumpliendo, y las sensaciones en la mano son muy buenas. Pero tampoco quiero precipitarme, no tengo prisas por volver. Cuando me vea bien, en plenas condiciones, volveré", explicaba ayer Irujo en el frontón de Ibero. "La primera vez que le solté con la goxua sentí una buena sensación como hace mucho tiempo en la mano. Estoy contento, la gente hasta me ha dicho que me ha cambiado la cara desde la operación".