Corría el tanto 11-14 cuando Patxi Ruiz enganchó una volea sobre el cuadro cinco que el juez marcó como atxiki (agarrar la pelota en vez de golpear limpiamente). El pelotari de Estella protestó resignado y mentalemnet se salió del partido. El juez se equivocó porque la volea fue limpia. Hasta entonces Patxi Ruiz estaba realizando un partido soberbio de juego y gozando en el golpeo de la pelota.
Hoy los medios pelotazales inciden en la polémica decisión del juez.
Un ‘atxiki’ en el camino (Javier Leoné, Diario de Noticias)
Una piedra, disfrazada de injusto atxiki , se cruzó en el camino de Patxi Ruiz hacia las semifinales del Manomanista. El estellés lo puso todo en el Municipal de Bergara. Golpe, condición física, dominio… Así hasta que uno de los jueces le sancionó con un atxiki que no era. En vivo y en directo ya pareció válida la volea de Patxi Ruiz. La repetición televisiva lo confirmó. Pero el mal ya estaba hecho. El estellés disponía entonces de una renta de tres tantos (11-14) y le estaba dando un repaso a Olaizola II. Ruiz pidió explicaciones, pero no las encontró. En su cabeza dibujó una y otra vez la polémica jugada. El problema es que el partido no se paró y su rival aprovechó para endosarle un parcial de 9-1 (del 12-14 tras el atxiki al 21-15) que ya no permitieron que Ruiz siguiera opositando a semifinalista.
Olaizola II bate a su bestia negra (Luis Guinea, Diario de Navarra)
Tras un voleón de zurda de Aimar llegó la jugada polémica del partido. El delantero de Goizueta soltó un derechazo que restó de volea con su derecha Patxi Ruiz, el juez de centro indicó atxiki del estellés, que no terminó de creerse la decisión. Entre quienes estaban en el Municipal la opinión mayoritaria era que la jugada no era atxiki, y si se indica ése debía haberse hecho lo propio en muchas más ocasiones durante el Manomanista 2007, sin ir más lejos en el partido del pasado domingo en el Ogueta. Y sin embargo no se señaló ninguno. Para otros se trata de una percepción en el momento del juez, que piensa que el estellés agarra la pelota. Siempre será el criterio de unos contra el de otros.
Un ‘atxiki’ y a semifinales (César Ortuzar, Deia)
Se equivocan (los jueces). De largo. Ven demasiado, tanto que sus ojos perciben lo irreal y acaban por sancionar lo inexistente. En ocasiones cambian el rumbo del destino, de una txapela, tal vez. En ocasiones ven un atxiki en una volea limpia como la patena, sin mácula. Levantan la mano y ejecutan al reo, que deja de creer en la justicia y se entrega ante la incomprensión. "¿Qué he hecho yo para merecer esto?" Así finalizó la historia de Patxi Ruiz en el Manomanista, que se vio apeado de las semifinales por un atxiki invisible decretado por un juez que le fundió la moral y catapultó a Aimar a la antesala de la final.
El atxiki descentró por completo a Patxi Ruiz (Joseba Lezeta, Diario Vasco)
Quedan en el aire varias preguntas: ¿Fue esa volea de Patxi Ruiz distinta a la docena que había pegado antes? ¿Fue tan distinta a las que dieron Titín y Xala en el telonero? ¿Es Patxi Ruiz el único de los ocho pelotaris participantes en los cuartos de final que emplea una volea contaminada? ¿Patxi Ruiz lleva un sambenito del que ya no podrá despojarse?
Triunfo polémico de Olaizaola II (Tino Rey, El Correo)
De este tipo de lances se ven un día si y otro también en los frontones industriales de mano. Y los jueces de turno permanecen impasibles. ¿Por qué ayer se liaron la manta a la cabeza? El propio Ruiz mostró su desaprobación en la rueda de prensa posterior al encuentro a tan absurda decisión. « Lo que me han hecho hoy es una auténtica vergüenza».
«La tienen tomada conmigo los jueces, soy el único al que se atreven a dar falta a mis voleas, y alguno tendrá que adoptar las medidas necesarias para frenar semejantes abusos», denunció. «El caso es que me han sacado del partido cuando lo tenía encarrilado y me han conducido a la derrota»
Olaizola II rompe su maleficio ante Ruiz con polémica incluida (Gara)
Pero el de Goizueta comenzó a aprovechar el saque-remate para voltear el luminoso. Fue sumando tantos y se anotó un parcial de 11-1 que casi certificaba su victoria (21-15). Ruiz recuperó el saque y dio emoción a la recta final con cuatro tantos (21-19), pero ya era demasiado tarde para reaccionar.