El Campeonato Provincial “El Corte Inglés” vivirá un nuevo enfrentamiento entre Mikel y Alvarado en la final de mano senior
Por quinto año consecutivo, Mikel Rafael, vigente campeón, y dueño de la txapela las anteriores cuatro ediciones, pondrá en juego su título ante el aspirante eterno y quizá favorito Unai Alvarado. Ojo, que también lo ha sido en anteriores ocasiones, pero vérselas con el veterano a un partido supone una gran esponsabilidad y presión; a la que desde ya, seguro, estará sometido el bueno de Unai ante el amigo y encarnizado rival.
Mikel Rafael no está viviendo su mejor temprada desde el punto de vista físico. Menos entrenado que nunca pero igual de zorro, hubo de sufrir ayer en semifinales para derrotar en un partido muy equilibrado al joven Mikel Larrañaga por 22-19. Cualquiera de los dos tuvo opciones para meterse en lal final. A Larrañaga le faltó tranquilidad y le sobrron fallos no forzados cuando andaba por delante en el marcador. Eso le dio vida al rival y Rafael,cuando le abres la puerta entra, pasa y te “arrea”.
Larrañaga caminó por delante casi siempre. El saque de ambos pelotaris funcionaba y desde ahí se anotaron tantos sin esfuerzo.
Cuando los peloteos eran largos, Larrañaga ponía en aprietos al rival, a quien sacaba de ritmo y hacía sufrir. En la pelea en corto, Mikel sufre, aunque muere también sea cual sea el resultado de la pelea. Mikel forzó entonces con pelotas altas y arrimadas para echar atrás a Larra.
La pelea fue de las de recordar. Y Larrañaga no olvidará las oportunidades que, otra vez tuvo, para derrotar el veterano y maestro Mikel Rafael.
El otro finalista Unai Alvarado no tuvo mucho trabajo, pero lo realizó bien, para derrotar de manera suficiente y jugando inteligente a un rival que llegaba a semifinales con la izquierda disminuida. Alvarado se impondría ante Ibai Jauregi por 22 a 4. Distancia conseguida casi siempre en pelotaeos cortos, al final del partido, desde saques muy potentes y lejanos que Ibai respondía, entregando, para que Unai resolviera bien en conrto o con un dos paredes. Jugada ésta que se repitió muy a menudo.
A pesar de la diferencia, hubo momentos en los que los dos pelotaris la rompieron a golpetazos. La pelota volaba y volaba, sin tocar el suelo, con dos pelotaris encanchados, pero ahí Ibai tenía todas las de perder y su físico acabó por pagarlo.
El domingo que viene la final.
Vía Federación Alavesa