Día grande en el frontón Galarreta de Hernani, donde hoy Ezkurra-San Miguel y Altuna I-Urrutia resolverán la final del Torneo Faustino, el Campeonato de Parejas de remonte (segundo partido de un festival que empezará a las 16.00 horas, con la final retransmitido por ETB 1 en directo). La lucha por las txapelas depara un choque eléctrico, con muchas expectativas, entre dos parejas que han sido muy superiores al resto lo largo del Torneo y que, a su vez, no se han enfrentado todavía… al menos, no en condiciones. El encuentro que jugaron en la liguilla se suspendió con el 15-21 en el marcador a favor de Altuna I-Urrutia a causa del esguince que sufrió San Miguel en su tobillo izquierdo. Un capricho del destino, porque el mejor partido del campeonato merecía llegar sin un referente tan cercano.
La gran final se presenta apasionante, con un ligero favoritismo (100 a 80 cantarán los corredores de apuestas) para la poderosa pareja de Doneztebe, Ezkurra-San Miguel, algo habitual cada vez que el genial Koteto salta a la cancha. El delantero navarro ha completado un Torneo de menos a más, en dos meses en los que, poco a poco, ha recuperado su mejor forma, hasta acabar pletórico. El Ezkurra actual poco tiene que ver con el pelotari con altibajos de todo 2006, un año en el que ha estado muy mermado por las lesiones. Ahora se encuentra de nuevo con chispa en sus piernas y en su brazo derecho, y, cómo no, con el inagotable carácter competitivo que tanto le caracteriza. Tras unos meses con actuaciones irregulares, Ezkurra llega a la final con muchas ganas, como asegura a todo quien el que le quiere escuchar. Disputa, además, una txapela que le ha sido tradicionalmente esquiva, pues sólo cuenta con dos títulos en su palmarés (en contraste con sus nueve txapelas individuales).
Ezkurra buscará su tercera copa de Faustino en compañía de un pelotari muy joven, novato en las grandes finales, Julen San Miguel. A sus 19 años, el espigado zaguero de Doneztebe (1,91 metros) se ha confirmado como un remontista de gran potencial, de una pegada tremenda y buenos fundamentos técnicos. San Miguel tendrá mañana una prueba de fuego, pero no será algo nuevo para él, una vez que en los anteriores seis partidos del campeonato sus rivales le han cargado todo el juego que han podido. Hasta la fecha, nadie ha podido derrumbarle, algo meritorio para San Miguel, que sabe bien que sus opciones pasan por subordinar su juego al de Ezkurra. Si continúa con esta progresión, ya llegará el tiempo en que le toque a él definir finales.
Enfrente, y por enésima vez en el Faustino, aparecen como de tapadillo Altuna I-Urrutia, una pareja que suena con poco bombo, sin estridencia alguna, pero que ha funcionado como una apisonadora. Líderes de la liguilla con cuatro triunfos de cuatro intentos y verdugos en las semifinales del campeón y gran aspirante Patxi Zeberio (junto a Ion Etxeberria), son, como dijo el propio Altuna I, la pareja Cenicienta del torneo, venida a más y sin calabazas a la vista.
Pocos se fijaron en este dueto al comienzo de los partidos, pero lo cierto es que ha demostrado ser más compacto que ningún otro. Adelante, el maestro Imanol Altuna ha ofrecido detalles de su finura para acabar los tantos. El de Amezketa es a sus 38 años perro viejo, un pelotari curtido, listo como pocos, y que sabe que está ante una de sus últimas oportunidades en un Torneo Faustino que le debe algo (ha ganado una txapela, pero ha caído ya en cinco finales). Por su parte, Miguel Mari Urrutia se ha mostrado como un zaguero en continuo crecimiento, pegador o paciente cuando es preciso, con buena colocación y lectura del partido. Si tiene su día, avasallará no sólo al joven San Miguel, sino a quien se le ponga por delante.
Homenaje a Miguel Mindegia
Minutos antes de la gran final, el aizkolari navarro Miguel Mindegia recibirá un merecido homenaje. Mindegia (Ezkurra, 1949) se ha dedicado durante más de 35 años al deporte rural, temporadas en las que se ha proclamado campeón navarro en siete oportunidades, además de protagonizar grandes desafíos dentro del bello deporte de la aizkora, como demostró recientemente en Tolosa, cuando venció a Joxemari Olasagasti. Mindegia, que fue agasajado en diciembre con la medalla de oro al mérito deportivo concedida por el Gobierno de Navarra, será el encargado de lanzar al aire la chapa que decida el primer saque de la gran final.