La Unidad de Espectáculos del Departamento de Interior del Gobierno vasco, encargada de velar por la seguridad de los recintos, decidió ayer en una inspección previa a la final del Cuatro y Medio prohibir la venta de más de 100 entradas de paseo, donde los aficionados permanecen de pie, que iban a ser despachadas en las taquillas el domingo, día de la final. Esta es la primera vez, nadie se lo esperaba, que desde Interior se impide la venta de este tipo de localidades, por lo que todas las personas que accedan al Ogueta deberán presenciar el partido desde sus correspondientes asientos. En total serán 2.115 los pelotazales que podrán ser testigos del duelo entre Martínez de Irujo y Abel Barriola. Únicamente será permitido el acceso a las personas que estén en posesión de las entradas adquiridas con anterioridad en las taquillas. La medida trata de facilitar la evacuación de aficionados en caso de ser necesario.