Juan Luis Ibarretxe / Emanbilbo
El zaguero aragonés destaca que debutar supuso que “mi sueño se hizo realidad”
Dani Velilla es uno de los pelotaris sobre los que hay depositadas muchas esperanzas, puesto que ha aterrizado en el profesionalismo después de lograr tres campeonatos del mundo de pala corta, dos en categoría senior y uno en sub’22. El de Zaragoza, el primer palista profesional aragonés de todos los tiempos, analiza en esta entrevista concedida a www.emanbilbo.com sus sensaciones después de haber disputado ya dos partidos junto a las figuras del Deportivo.
El día del debut ya contó con una buena hinchada detrás suyo.
Sí, no pensaba que iba a venir tanta gente de mi tierra a animarme, entre amigos, familiares y personas del club, creo que habría sobre unas cincuenta personas y eso me motivó mucho.
Le pusieron un partido muy exigente para empezar.
Sí, yo creo que demasiado, pero eso es bueno, porque significa que Fernando confía en mí y ahora trataré de ir poco a poco. El debut supuso que mi sueño se hizo realidad y competir con pelotaris que antes sólo veía en la tele es para mí todo un orgullo.
¿Qué le comentaban sus paisanos después del encuentro?
Algunos ya conocían la pala y otros no la conocían de nada, estaban acostumbrados a ver jugar en frontón corto y esto les pareció algo gigantesco, se les escapaba de las manos, pero salieron contentos.
¿Sintió nervios en su estreno?
Los lógicos de un día así, algo de tensión siempre tienes y en una cita tan importante como ésta más aún. No obstante, ya he tenido antes también jornadas importantes, como las finales de los mundiales, aunque a pala corta te sacudes antes los nervios, porque te haces más rápido a la herramienta.
¿Hay más tensión en un debut profesional o en una final de un Mundial?
La tensión está ahí y es la misma, pero en un Mundial te juegas todo en una hora y aquí debutas y en lo sucesivo seguirás siendo palista profesional, es algo que ya tienes logrado de antemano. En el Mundial, en cambio, no tienes asegurado que vayas a salir campeón e igual hasta estás con más nervios a la hora de afrontar el choque.
¿Ha notado mucho cambio de la pala corta a la pala?
Muchísimo, de hecho, no tienen nada que ver entre ellas, lo único común es que tienes un trozo de madera en la mano, lo demás, el peso, la distancia, el frontón y todo, es diferente. Incluso el entorno es distinto, yo en aficionados jugaba siempre con el mismo compañero y aquí vas cambiando, hay corredores de apuestas y todo varía.
El lunes se le vio más asentado en la cancha.
Sí, acabé contento, pero también con impotencia, porque ves que juegas mejor, pero te quedas en treinta, de todos modos, nos enfrentamos a una gran pareja. Además, en los dos partidos que he disputado he tenido como rival a Gaubeka y a partir de ahora deberé dar el callo también contra otros pelotaris.
¿Qué tal lleva lo de los viajes?
De momento bien, porque ya estaba acostumbrado a hacer muchos kilómetros para competir en el campo aficionado, lo único que ahora iré a Bilbao en vez de viajar a otros sitios. Lo tomo con paciencia y además se trata de viajes destinados a hacer lo que me gusta y a competir en la que se podría considerar la mejor liga del mundo de la pala.
Las herramientas con las que juega, serán las que usted mismo fabrica.
Sí, las palas las hago yo mismo, pero como siga con esta racha de resultados voy a tener que empezar a jugar con otras, je, je.
¿Qué tal se compagina el trabajo y el deporte?
Bien, en ese sentido tengo suerte, porque trabajo en un negocio familiar y me puedo escapar. Además, cuando jugaba en aficionados también perdía muchos días por culpa de los torneos y ahora, por lo menos, lo que dejo de ganar en el trabajo, lo recupero con mi sueldo de profesional.