Ayer fue el momento de la resonancia magnética y hoy, en frontón secreto, Martínez de Irujo decidirá si el lunes está presto en el Beotibar de Tolosa para disputar su eliminatoria contra Ekaitz Saralegi. La resonancia de la Clínica San Miguel de Pamplona determinó que la rotura fibrilar en el oblicuo interno (zona del costado) está restablecida, pero tambíen resaltó restos de un pequeño edema que hace dudar a los médicos sobre la curación definitva en esa parte delicada del organismo.
Tanto el pelotari como su empresa Aspe no quieren correr riesgos (todos tenemos in mente la lesión de Aimar Olaizola que se reprodujo por forzar la reaparción en el manomanista de hace tres años) y si el pelotari de Ibero no se encuentra al cien por cien no saltará a la cancha. Su sustituto será Martínez de Eulate.
Recordamos que la lesión se produjo Irujo el 19 de septiembre en el frontón Adarraga en la Feria de San Mateo.
Referencias
Irujo no arroja la toalla (Enrique Echevarren, Diario Vasco)
Martínez de Irujo tiene ganas de saber cómo está, pero lo que no quiere es romperse más. Las dudas le asaltan. Así se lo ha comunicado a su médico, quien considera que «si la lesión se hubiese producido en el cuádriceps sí podría jugar. Si hubiera sido en el bíceps, sería arriesgado. Cada parte de la anatomía tiene unas connotaciones. Aquí se trata del oblícuo interno, un músculo que no puede tener reposo porque está funcionando desde el momento en que estamos de pie y nos movemos. Durante estas tres semanas, Irujo sólo ha podido hacer un reposo relativo porque para que fuese absoluto no tendría que moverse y eso es imposible».