La delegación francesa logra la primera plaza del medallero general tras firmar un total de cinco oros, siete platas y tres bronces
Las medallas de plata decantan la balanza a favor de un combinado galo que conquista el entorchado mundial por primera vez desde 1994
España igualó con la selección francesa en medallas de oro tras el triunfo final de Hernández y Erkiaga en cesta punta
La selección francesa jamás olvidará la cita mundial de pelota de Barcelona 2018. El combinado galo, que ya avisó de sus intenciones al clasificarse para doce de las catorce finales en juego, confirmó sus buenas sensaciones en la última jornada de los Campeonatos del Mundo al quebrantar la hegemonía hispano-mexicana de las dos últimas décadas para hacerse con el preciado medallero general.
Francia, que no conquistaba unos campeonatos mundiales desde la cita de San Juan de Luz de 1994, cosechó un total de cinco oros, siete platas y tres bronces. Precisamente las medallas de plata fueron las que decantaron la balanza tras igualar en oros con la selección española después del triunfo de Jonatan Hernández y Aritz Erkiaga (España B) ante la dupla Olharan-Etcheto (Francia B) en la final de cesta punta que cerraba la jornada (12-15, 15-7 y 3-10) y en la que también participó el galo Minvielle por lesión de Etcheto en el tercer juego. Las cuatro platas españolas resultaron insuficientes para frenar el triunfo final francés.
La selección española, pese a ir de menos a más a lo largo de la jornada, tuvo que conformarse finalmente con la segunda posición pese a sumar cinco triunfos de prestigio. México, por su parte, cedió su última corona mundial lograda en Zinacantepec 2014 al tener que conformarse con tres oros, dos platas y cuatro bronces. Ambos países se habían repartido los títulos en los cinco últimos campeonatos: tres para España (1998, 2002 y 2010) y dos para el combinado mexicano (2006 y 2014).
Con su triunfo en Barcelona la selección francesa suma su sexto entorchado mundial, tras los conseguidos en 1952, 1966, 1982, 1986 y 1994, y se coloca a solo dos de los ocho conseguidos por España. La victoria en la capital catalana, en la primera ocasión en la que se ha dado luz verde a la participación de profesionales, permite a Francia cerrar un círculo romántico, después de estrenar su casillero en la edición inaugural celebrada en San Sebastián 1952. Tras volver a tocar la gloria en tierras españolas, la selección gala deberá defender el título en casa, en los próximos campeonatos mundiales que se celebrarán en Biarritz en 2022.