Emotiva y preciosa mañana la vivida en el Antzizar de Besain, que se llenó de campeones, tanto en la cancha como en unas gradas repletas y en la que Esnal-Sagarmendi y Lasa-Lizaso se calaron las txapelas del II Master Cup EPE irekia de pelota adaptada. El objetivo de la visibilización del trabajo de estos deportistas, principal meta de este torneo, se cumplió con una excelente fiesta acompañada por el magnífico espectáculo que ofrecieron los pelotaris, que sorprendieron a más de uno.
En la categoría de discapacidad intelectual, se evidenció que la tensión competitiva, la presión de las cámaras de televisión y el calor de un frontón lleno también afecta a estos deportistas. Fue el caso de Iraitz Huegun, pelotari de enormes condiciones y garrote, pero que, en el día clave, falló más de lo que costumbre, lo que le impidió revalidar el título obtenido el año pasado.
Los campeones Leire Esnal, que también practica fútbol con la Real, y Eneko Sagarmendi, protagonista del spot del torneo, por su parte, se mostraron muy sólidos y obtuvieron una convincente victoria. El partido comenzó igualad y equilibrado, tónica que se mantuvo hasta el 9 iguales, momento en el que Iraitz Huegun se fue del partido. Para colmo, también tuvo problemas con sus zapatillas, lo que le descentró aún más y concedió más facilidades de lo esperado. Un descanso con 9-17 en el marcador le sirvió para calmar algo sus nervios y reaccionar para acercarse en el marcador, pero Esnal-Sagarmendi fueron capaces de aguantar su empuje y calarse las txapelas con total merecimiento (17-25).
Y qué decir de la final de silla de ruedas, verdaderos ejemplos de superación que maravillaron al público son su coordinación a la hora de hacer bailar sus sillas y golpear la pelota. La de ayer fue, seguro, la primera vez para muchos espectadores, pero seguro que no la última, pues la plasticidad de los movimientos de estos deportistas cautiva. Además, la final contó con un elemento clave en este tipo de eventos, una emoción que se mantuvo hasta el final con rentas para uno y otro lado. También en esta final se hicieron notar los nervios, cada delantero cometió una falta de saque en los momentos más calientes de la final, y al final se impusieron Joseba Lasa y Beñat Lizaso, pareja que estuvo por delante en la mayor parte del partido, gracias a un tanto atrás conseguido por el zaguero de Usurbil, que redondeó de esta manera su gran final (24-25).