JAVIER HERNÁNDEZ / Diario de Navarra
La sensación que dejó el pelotari riojano el domingo no resultó la acostumbrada en su trayectoria, acusó la derrota más que nunca
Titín explotó el domingo en la sala de prensa del Adarraga logroñés. Arremetió contra el material y puso en entredicho el papel del seleccionador de la L.E.P.M, J.M Juaristi, con palabras duras.
Tres días antes, en la selección celebrada en el propio Adarraga, fue curiosamente Aimar Olaizola quien se quejó previamente del lote de su rival -«es demasiado vivo, no son pelotas para jugar dentro del Cuatro y Medio»- encendiendo el primer fuego del conflicto. Posteriormente el partido y el propio resultado han acelerado las cosas.
El tema no es nuevo
El asunto no es nuevo y está inscrito en la historia contemporánea de la pelota. La designación de un seleccionador y las características del material actual -más equilibrado y encajado en las necesidades del espectáculo de la TV- no parecen haber arreglado la situación. Resulta difícil.
Mientras la pelota no se homologue -con lo que acabaría desvirtuada- y deje de ser artesanal los problemas seguirán. La tipología y los recursos de los pelotaris son distintas. Cada cual busca lo que le conviene, y al seleccionador corresponde la doble y complicada tarea de que haya pelotas para los dos o cuatro pelotaris y limitar los excesos.
Visiones contrapuestas
Que los lotes de Titín y Olaizola fueron el domingo distintos, es claro. A partir de todo ello ¿fue tan determinante el material? En los mentideros pelotazales hubo ayer opiniones para todos los gustos. Y no pocas discusiones. Los partidarios del riojano coincidían en las pelotas de Aimar fueron «patatas». Pero hay quien piensa, igualmente, que Titín ha perdido gas y chispa luego de una carrera ajetreada, muy exigente, atiborrada de partidos.
El de Tricio -ejemplo de profesionalidad-se agota en cada uno de los partidos, sean de competición o no. La edad y el esfuerzo le han comenzado a pasar factura. Le hace poco a la pelota. Y todo ello se nota más en las confrontaciones individuales. Acabó muy justo de fuerzas frente a Xala y pareció ocurrir lo mismo contra Olaizola II.
Joaquín Plaza, con Titín
Joaquín Plaza, preparador y mentor del riojano, seguía ayer enfadado por la situación: «Aquí tiene que haber pan y vino para todos y no pan para unos y ajos para otros. Si se decide que haya control anti-doping que se establezca en todos los sitios. Si se decide que existan jueces neutrales que existan para todos, no para unos frontones sí y para otros no». Plaza se remitía al Olaizola II-P. Ruiz en el Labrit: el juez de centro era del mismo pueblo que Olaizola, Goizueta.
El técnico continuó sin pelos en la lengua: «En la pelota siempre ha habido material bueno, regular y malo. Pero siempre se quejan los mismos, los que, como en el Adarraga, confiesan que se la han metido doblada. Primero dicen eso y después sacan la pelota más impresentable del mundo. Nos perjudican y luego tenemos que estar callados. Estamos hartos. ¡Ya está bien¡»
Joaquin Plaza alaba el comportamiento de la grada: «Hay que decirlo alto: todos los públicos de todos los frontones debieran tener que aprender del de la Rioja. Si lo del domingo ocurre en otro sitio se hubiera organizado un auténtico escándalo».
El sábado, en el Labrit
Titín estará el sábado en el Labrit para jugar la tercera jornada de semifinales frente a Patxi Ruiz. Sus posibilidades clasificatorias pasan por ganar al menos 22-7 para encontrar alguna opción. Lo tiene francamente difícil.
La elección de material será mañana a las 11.30 de la mañana. Titín avisó en plena calentura que acudiría pero que no iba a elegir material: «Que lo haga Juaristi. A mi ya me da igual». La tensión no ha decrecido.