La jaula de Pandora que se ha convertido la presente edición del Cuatro y Medio gracias a los resultados, derrotas de los catedráticos favoritos en los primeros cruces de la liguilla de semifinales ha situado el foco de tensión en el Adarraga de Logroño el domingo a media tarde. En un partido que debía desbrozar el camino para Aimar o Titín a la final se ha transformado en el corredor de los condenados. Si en Logroño anidarán los temores de una eliminación, en el Aritzbatalde de Zarautz entrará la luz el sábado. Allí se verán Patxi Ruíz y Xala, los risueños de la primera jornada. |