La final de la segunda edición del campeonato de otoño en Zaramaga no tuvo nada que envidiar a muchos partidos de parejas de segunda. Triunfo al final para el dúo Santxo-Isasmendi, 18-22, contra Mikel y Beroiz, siempre a remolque.
Los azules entraron en la final con ideas más claras, más centrados y decididos. Y así comenzaron a irse en el marcador, dejando que los rivales hicieran la goma para no perder de vista la opción de victoria.
En términos generales, la final del II Torneo de Campeones fue emocionante. Protagonizada por cuatro pelotaris que dieron el máximo, aunque tardaron unos minutos en calentar motores y meterse de verdad en lal pelea por el trofeo.
Mejor los zagueros, más serenos y entonados, con un Beroiz de menos a más, que fue ganando dureza y golpeo según trancurría la final y exigiendo de Isasmendi el mayor esfuerzo, la máxima concentración y los mínimos fallos.
Delante, Santxo y Mikel comenzaron cometiendo errores impropios de su calidad y experiencia. Pero claro, los dos sabían que estaba en ellos la obligación de asumir protagonismo.
La segunda parte del partido resultóo vibrante, especialmente emotiva. Los colorados debieron superar un 8-15 y un 14-19 que les dejaba casi sin opciones. A partir de ahí el guión les llevóo a tratar de romper la resistencia física y mental de Isasmendi, que respondió con nota. Beroiz jugó a su mejor vesión y Mikel hubo de entonarse para protagonizar buenos pelotazos, aunque en su debe, hay que subrayarle varios fallos inesperados en ataque y cuatro o cinco pelotazos que no supo centrar en su mano cuando entraba de aire como defensa de transición.
Santxo asumió liderzgo, sacó muy bien, pegó muy duro, ayudó al compañero cuando Beroiz no levantaba lo suficiente y supo ser, ni no el mejor, sí el más decisivo… Sin duda la pieza clave del choque y el hombre del campeonato.