El mexicano «Loquillo» López será la atracción de la Copa Tornosolo de Abadiño
Juan Luis Ibarretxe / Deia
EL TRINKETE TORNOSOLO de Abadiño va a adquirir en las próximas fechas un sabor picante, puesto que en el mismo va a «aterrizar» el mexicano Heriberto «Loquillo» López, que, con sus «salsas» pelotísticas perfectamente cocinadas, deleitará a los aficionados que se acerquen al citado recinto vizcaino. Y es que el pelotari azteca, que llegó ayer mismo al aeropuerto de Loiu, es nada más y nada menos que subcampeón del mundo de mano en trinkete y, a partir del domingo, tomará parte en la Copa Tornosolo que concluirá el 2 de octubre. Heriberto ya intentó vencer en esta competición en la edición de 2003, en la que acabó tercero y es consciente de que, aunque hay muchas miradas centradas en él, la tarea de alcanzar la txapela resultará «complicada», ya que en Euskadi existen «muchos jóvenes que empujan fuerte y disputan varios encuentros a la semana. Yo vengo de ganar dos seguidos en México, pero han sido choques por parejas y resultará difícil regresar al mano a mano».
El pasado año no participó en esta copa debido a que su entrenador se lo prohibió. «Me enfadé con él, ya que yo estaba en Europa y no me dejó «brincar» hasta aquí. Sin embargo, este verano me llamó Kepa (uno de los organizadores) y no ha habido problemas para que participe». Uno de los hándicaps con los que se encontrará este trinketista reside en que en su país no cuenta con muchos partidos de relevancia a lo largo del año, ya que allí sólo se celebran los campeonatos «nacionales, en los que se compite los miércoles y viernes durante un mes o un mes y medio. Luego hay partidos por apuestas, pero ahí juegan más los que menos calidad tienen, porque nadie se quiere enfrentar a los de arriba». Pese a ello, López contará con la vitola de favorito en Abadiño, algo que no le gusta demasiado, puesto que le hace sentir «con más responsabilidad y ponerme más nervioso, pero habrá que calmarse y estar tranquilo en la cancha».
Amistad con Irujo
Uno de los mayores logros de «Loquillo» llegó en el Mundial de Iruñea de 2002, cuando logró la plata al caer en la final ante Waltaris. Antes había eliminado a Juan Martínez de Irujo, con quien tuvo una pequeña polémica en la semifinal. A este respecto, el mexicano destaca que el de Ibero y él eran «rivales en la cancha y ahí cada uno defendía lo suyo, pero luego le he ido a ver jugar y hemos estado «platicando», somos grandes amigos». Sobre aquella competición, Heriberto admite que no guarda ningún mal recuerdo y que todos los choques que se presenciaron fueron «buenos. De hecho, mire ahora dónde está Irujo, ahí con los más grandes; y quien fue Waltaris, y digo fue porque ahora está practicando el béisbol». Poco después tuvo lugar el viaje a Abadiño con motivo de la Copa Tornosolo, en el que estuvo acompañado de «El Chato» Serralde y en el que acabó con un sabor de boca agradable, ya que «ustedes fueron amables conmigo y me trataron muy bien. La prueba es que he regresado, si me hubieran tratado mal no regresaba, je, je», concluye el pelotari.