Tras sorprender en cadetes, sufre en juveniles y pone la puntilla a la final en mayores
De esta manera, los berriztarras logran suprimer título y evitan el cuarto triunfo de Elorrio
Juan Luis Ibarretxe / Deia
Berriz ya tiene su nombre inscrito en la lista de campeones del Interpueblos de mano de Bizkaia, la competición aficionada con más carisma en este herrialde. Y además, ha entrado en la historia por la puerta grande, ya que en la final de ayer superó por 0 a 3 a Elorrio, tres veces txapeldun y ante quien había caído en la final celebrada en el año 2000. Por lo tanto, la victoria sirve a los berriztarras para tomarse la revancha deportiva y reivindicarse como uno de los pueblos que mejor trabaja este deporte desde su base.
Y nunca mejor dicho lo de la base, puesto que los cadetes de Berriz se encargaron de, pese a contar con los pronósticos en contra, de encarrilar el triunfo «azul» al imponerse en una categoría en la que no eran favoritos, lo que mermó las opciones de Elorrio. La excelente labor de Perosanz durante la primera parte de esta contienda tuvo su continuidad en la seriedad de un Alberdi que campeó a sus anchas cuando los «colorados» efectuaron un cambio de posiciones, con lo que Landaburu se situó de delantero y Aranzabal de zaguero. La táctica no le funcionó a los rezagados, que vieron como el delantero ganador acertaba con el remate y no pasaba demasiados apuros para, tras el 11-18, marcharse directamente hasta el 11-22 final.
Con este resultado, la situación se ponía de cara para los berriztarras, que eran favoritos en mayores y que también contaban con un dúo muy potente en juveniles.
Etxaniz y Zabala sentencian
Esta última afirmación la corroboraron con su buen juego Etxaniz y Zabala, quienes dieron el segundo y definitivo punto para Berriz al doblegar a Azpiri y Larrinaga. Este duelo fue el más largo de la jornada y en el mismo, los «azules», que ganaron por 19-22, apelaron al sufrimiento, puesto que desde la mitad del partido, Zabala pasó un calvario con la derecha, mientras que en los últimos siete tantos también notó molestias en la izquierda.
Sus adversarios se percataron de esta circunstancia y, tras unos primeros lances en los que se vieron superados, se dedicaron a cargar el juego en la zaga para intentar «derribar» a Ibai. Así las cosas, el marcador del frontón de Mañaria pasó de registrar un tanteo de 11-18 a uno de 16-18 que aún daba opciones a los «colorados». Larrinaga mostraba por entonces el poder de sus dos manos, pero se mostraba un poco irregular y un envío suyo a la contracancha se tradujo en el 18-20. Un saque de Etxaniz colocó a los adelantados al borde del título (18-21), pero un error forzado de Zabala alargó la agonía, hasta que un fallo de Azpiri instaló el 19-22 que otorgaba el título a la escuadra berriztarra.
Trámite en mayores
Con el decisivo 0-2 ya instalado en el marcador, el tercer partido, en el que se enfrentaban Beitia-Deskarga y Berasaluze-Larrazabal, carecía de trascendencia de cara a la clasificación del Interpueblos vizcaino.
Sin la presión del resultado, los delanteros realizaron un juego alegre, del que salió triunfador Berasaluze, sobre todo durante la primera mitad gracias a su escalofriante saque. Beitia también hacía de las suyas, con lo que se paso del 4-11 al 9-11, tras el cual no hubo tanto brillo. De hecho, en la segunda parte se presenciaron algunos errores, pero los «azules» se mantuvieron por delante hasta certificar la victoria por 18-22 que dejaba el global en 0-3.