Berriz, que busca su primer título, y los tricampeones de Elorrio se enfrentan el lunes en la final
El encuentro de juveniles puede resultar clave para determinar quién logra el título en el frontón de Mañaria
Juan Luis Ibarretxe / Deia
«Este campeonato es especial, ya que juegas en representación de tu pueblo, no de un club o de tí mismo». Son palabras de Ismael Larrazabal, uno de los pelotaris de Berriz, pero de idéntica manera piensan todos los integrantes de Elorrio y del citado Berriz, los finalistas del Interpueblos de Bizkaia, quienes el lunes, a las 10.30 horas, buscarán las txapelas en Mañaria. Allí, sobre las 14.30 horas, se conocerá el nombre del conjunto que logrará el entorchado con más carisma de la mano vizcaina y por el que soñaban los 35 pueblos que iniciaron la competición en abril.
Los dos pueblos ya están preparando todo para lo que será una jornada especial, en la que se vivirán tres intensos partidos con pronóstico incierto. Mikel González, el entrenador de Berriz, escuadra que ansía su primer título, apunta que el enfrentamiento está «al cincuenta por ciento, porque ellos cuentan con tres buenas parejas y nosotros también». Fernando Azkarate, presidente de Elorrio, campeón de las ediciones de 2000, 2001 y 2002, comparte la opinión de Mikel y apunta que se presenciarán tres choques «competidos». Javier Leibar técnico elorriotarra, ratifica la apuesta por la igualdad, aunque añade que, en mayores, «ellos tienen un gran sacador, como es Berasaluze, mientras que en cadetes creo que ganaremos nosotros y en juveniles, ellos tienen a Zabala, que me gusta por su poder y a quien habrá que sujetar». Larrazabal, que formará como zaguero de Berriz en el partido de senior, coincide al dar como favorito «a Elorrio en cadetes, mientras que en juveniles creo que nos impondremos nosotros y la clave residirá en el duelo de mayores». Este pelotari admite que en unas contiendas con tanta tensión, es posible que ésta pase factura a alguno de sus protagonistas. «Es normal, se trata de la final del Interpueblos y ante un equipo como Elorrio, que mueve mucho público», subraya. Mikel González también es consciente de la importancia de saber aguantar los nervios, porque algunas veces «la presión por ganar impiden disfrutar a los pelotaris y estos no juegan todo lo que saben. Yo lo que quiero que el lunes muestren lo que saben». En el otro bando, Leibar es el primero en admitir que algunos deportistas, por culpa de la tensión, rinden «la mitad de lo que pueden rendir y el lunes los nervios sí que pueden pasar factura, porque al intervenir el pueblo, existe más responsabilidad».
Revancha cinco años después
Uno de los aspectos que dota de un interés especial al choque entre estos dos pueblos reside en que ambos ya confrontaron en la final de 2000, celebrada en Urduña y en la que venció Elorrio. «Al haberles ganado entonces, siempre habrá algo de morbo», indica Javier Leibar, mientras que González vivió en primera persona aquella jornada, ya que, no en vano, disputó el partido de cadetes. «Sentí mucha presión, muchos nervios y no jugamos todo lo que sabemos», señala. En el bando rival, pero en la categoría senior, compitió como zaguero Azkarate, quien recuerda que aquel enfrentamiento fue especial, «porque muy duro, hacía un bochorno tremendo y nosotros tuvimos un encuentro complicado. Deskarga, mi delantero, empezó a sentir problemas en la espalda, se puso a arriesgar a vida o muerte y sacamos adelante el partido decisivo». El berriztarra Larrazabal no saltó a la cancha, pero sí que estuvo en la grada y rememora que «tuvimos posibilidades de ganar, pero caímos en senior. El lunes se presenciará una final parecida, puesto que todo podría decidirse en el tercero de los choques».
Frontón pequeño
En aquella ocasión, el recinto de Urduña se quedó pequeño ante la masiva presencia de aficionados de ambos pueblos. Para el lunes está previsto otro lleno hasta la bandera, con el problema añadido que supone que el frontón de Mañaria tiene muy poco aforo. Larrazabal reconoce que habrá «un gran ambiente, pero nosotros preferíamos jugar en Zornotza, porque cuenta con más gradas», mientras que Azkarate indica que la cancha de Mañaria tiene «un aforo reducido y con las cien entradas que nos han dado para cada conjunto, prácticamente se llenará. Se registrará un buen ambiente y se darán todos los ingredientes para que el lunes sea un día bonito». Precisamente, esa fecha, el 4 de julio, es San Valentín de Berrio Otxoa, patrón de Bizkaia y «nuestro club se llama así», añade el presidente elorriotarra, quien asegura que, en consecuencia, «el santo nos ayudará, puesto que en otras ocasiones ya lo ha hecho».
«Esto ya es un premio»
Si la ayuda del patrón vizcaino no resulta suficiente, lo que está claro en el seno de los tricampeones es que llegar hasta la final ya es algo relevante, puesto que «a medida que pasan las eliminatorias, el pueblo se va involucrando y en el choque decisivo siempre hay un montón de seguidores, es algo precioso y que nos gustaría vivir todos los años», destaca Fernando.
Mikel González, por su parte, no oculta que «llegar hasta aquí es un premio. Si pierdes, al inicio te llevarás el chasco, pero habrá que estar contento con lo realizado durante toda la competición y ver que muchos se han quedado fuera antes».