Ezkurra recibió un pelotazo en el casco a la altura de la sien izquierda. El escáner descartó cualquier fractura en el cráneo y recibió el alta
JOSEBA LEZETA/Diario Vasco
Koteto Ezkura recibió un pelotazo tremendo en la cabeza, a la altura de la sien izquierda, durante la disputa del estelar de ayer en Galarreta. La pelota salió del remonte de Garikoitz Altuna a la altura del siete y se estrelló en el casco de Ezkurra, situado unos metros delante del amezketarra, a la altura del seis. El impacto resultó brutal y rompió el casco del remontista de Doneztebe.
Después de permanecer tendido sobre la cancha de Galarreta durante alrededor de diez minutos, le trasladaron a la Policlínica Gipuzkoa, donde fue sometido a radiografías y a un escáner que descartaron cualquier fractura en el cráneo. Tiene, eso sí, un fuerte chichón en la sien izquierda y dolores de cabeza lógicos, pero no sufre ninguna lesión.
No le ingresaron
Los servicios médicos de la Policlínica consideraron innecesario que permaneciera ingresado en observación, por lo que le dieron el alta. Pudo abandonar el centro hospitalario hacia las ocho de la tarde y dirigirse a su domicilio. Habían transcurrido casi tres horas desde el incidente.
Nada más abandonar la Policínina Gipuzkoa, Ezkurra declaró que «me encuentro bien, con dolor de cabeza y algo aturdido, pero en perfecto estado. Ahora bien, si me da un centímetro más abajo, me revienta la cara». Koteto no descarta jugar el próximo lunes, «aunque habrá que esperar a ver cómo paso la noche y estos días».
El pelotazo se produjo con 4-2 en el marcador favorable a Ezkurra y Urko frente a Altuna II y Eizagirre, en el primer estelar de Galarreta.
El propio delantero de Doneztebe relataba así el accidente: «Le he dado un pelotazo y se me ha abierto al ancho. Me he cruzado delante de Altuna II y Garikoitz le ha dado taco con tan mala suerte que yo estaba, como mucho, a tres metros. Lo único que he podido hacer ha sido girar la cara, en un acto reflejo».
Los jueces del partido y un compañero, Xanti Aizpurua, fueron los primeros en atender al pelotari, tendido en el suelo. Aizpurua, avezado en labores de primeros auxilios, le asistió en unos momentos de tensión en los que el público y, posiblemente, el pelotari echaron de menos la presencia de un médico, indispensable en eventos de este tipo.
En un primer momento, dio la impresión de que había perdido el conocimiento, algo que no ocurrió. Luego, comenzó a mover los brazos, lo que trajo relativa tranquilidad al frontón.