Los propietarios intentan sin éxito alcanzar un pacto sobre el recinto, cerrado desde el pasado marzo
TINO REY/El Correo
El martes, 1 de marzo de 2005, Aspe tomó una drástica decisión, «echar el candado al histórico frontón Astelena y comenzar a programar los domingos en el Municipal de Bergara». Los motivos que alegaron fueron, «no podemos continuar pagando los más de 120.000 euros de arrendamiento anuales».
La situación desde entonces permanece inalterable. Es más, el contencioso ha entrado en una vía muerta y el cierre del recinto eibarrés pasa a la fase de indefinido. El calificativo se desprende después del desacuerdo mantenido entre la comunidad de propietarios que integran la agrupación Astelena, S.L.
El puzzle de la sociedad en concreto lo configuran por una parte los Vidarte, con un 40 % del accionariado, y el resto del paquete lo tiene en su poder la familia bilbaína Gaztañazatorre. Curiosamente, Fernando Vidarte es director general de Aspe y el máximo responsable de dirigir los designios de esta empresa pelotística.
En la postrera reunión que han mantenido ambas partes, con el fin de desbloquear el contencioso, han aflorado con más fuerza que nunca las discrepancias. Fernando Vidarte exhibió, una vez más, su conocido discurso. «La rebaja de la cuota de arrendamiento», porque el popular frontón de la villa armera no tiene el poder de convocatoria de antaño y «proliferan los números rojos».
Sin embargo, los Gaztañazatorre mantuvieron sus posicionamientos inamovibles. Ante el colapso en las negociaciones, Fernando Vidarte puso encima de la mesa una nueva sugerencia «la compra por parte de Aspe» del accionariado que tiene en propiedad la familia bilbaína. La respuesta a la proposición quedó en el aire.
Hay que subrayar que el Astelena fue fundado a principios del siglo pasado, concretamente en el año 1904 por Enrique Vidarte. Más tarde recogió el testigo su hijo Alberto, que hizo de este frontón el gran santuario de la pelota a mano profesional. Las vetustas losas de la cancha fueron pateadas por las estrellas más rutilantes de la modalidad.
Después ha sido Fernando Vidarte, a través de Aspe, el que ha gestionado el frontón. Durante cien años el Astelena ha permanecido dentro del seno de la estirpe de los Vidarte. Por este motivo, el recinto tiene un magnetismo especial para este clan de empresarios guipuzcoanos y que sienten profundamente «las circunstancias que se viven actualmente».
Sin pelota en San Juan
Desde 1904, los festivales de pelota a mano nunca han faltado en las principales fiestas de Eibar. Sobre todo el 24 de junio. En fecha tan señalada, los mejores pelotaris del momento formaban parte de los carteles organizados por la empresa arrendataria. Por vez primera se puede producir un hecho insólito, sin pelota en San Juan.
En su día, Mutiloa, gerente de Aspe, culpabilizó a los Gaztañazatorre del problema suscitado. «A ellos les da igual que hayamos paralizado la actividad en el Astelena, a nosotros no. Somos eibarreses, tenemos la empresa ubicada en Eibar y resulta penoso que tengamos que abandonar un frontón que forma parte de la singularidad de esta villa».