Los zagueros no deben madrugar

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Hernani derrotó con claridad a Donostia en Altza (1-2) y tiene todo a favor para disputar la final del Interpueblos. Oier Mendizabal jugó su último partido como aficionado.
ENRIQUE ECHAVARREN/Diario Vasco

La despedida de Oier Mendizabal del campo aficionado -el sábado en Zarautz debutará como profesional- no pudo ser más desangelada. El zaguero hernaniarra apenas si tuvo que esforzarse para conseguir, junto a Erroizenea, el punto que daba la victoria a Hernani en Altza (1-2) ante Donostia en la ida de la semifinal del torneo Interpueblos de mano. Domínguez y Báez fueron meros convidados de piedra (4-22). Para Mendizabal se trató de un mero entrenamiento, o quizás ni eso. Calentar manos, soltar un par de derechazos a las inmediaciones del rebote, otro par de zurdazos y a la ducha.

Báez acaba de reaparecer tras sufrir una lesión en el hombro. Le falta juego, y confianza. El zaguero donostiarra perdió media docena de pelotas y encajó otra media docena de saques, la mitad restables. Su actuación no puede calificarse como positiva. Tampoco la de Domínguez, quien sólo se apuntó un tanto en juego con una volea precedida de un gancho. Erró más de la cuenta. El público que abarrotó las gradas del frontón de Altza esperaba mayor igualdad. El duelo duró 32 minutos.

Y seguimos hablando de zagueros. En este caso del juvenil hernaniarra Gorrotxategi, autor del tanto de la soleada mañana. Con el partido claramente a su favor (12-19) se marcó un gancho que lo hubiese firmado el propio Titín. Se llevó una ovación, y también una bronca de su delegado cuando quiso acabar la liza arriesgando con un dos paredes que se le fue fuera en lugar de enviar la pelota atrás. Azpitarte y Gorrotxategi no tuvieron problemas para imponerse (13-22) a Elejalde e Iraola. El delantero donostiarra se marcó un par de bonitas dejadas al txoko de zurda, pero cometió una falta de saque y a partir de ahí ya no fue el mismo. Tampoco el fornido Azpitarte se lució. Efectivo con el saque y autor de un dos paredes con efecto muy bonito, se quedó sólo en eso. Iraola tuvo el típico día negro. El zaguero de Igeldo falló once pelotas y encajó cinco saques.

Mucho más despierto que él estuvo su vecino Julen Olasagasti, el hijo del campeón aizkolari, a quien le une un gran parecido. El chaval, pelirrojo, posee una planta magnífica. Y su derecha tiene cierto poder. La de su compañero Fernández todavía ha de pulirse. Ambos se beneficiaron de la ausencia del hernaniarra Grajal, con problemas en la espalda, para sumar el único punto para Donostia al imponerse a Arrieta y Salaberria (22-12).

Arrieta hizo lo más brillante, pero tiene que hacerse. Hasta hace un año, su compañero, Salaberria, compaginaba el fútbol con la pelota. Los nervios y la responsabilidad le hicieron fallar diez pelotas y dejar de restar cuatro saques. Al parecer, a algunos zagueros les sienta mal madrugar. Unos estuvieron despiertos y otros…

La eliminatoria de vuelta se jugará el viernes, probablemente a las 19:00, en Hernani. La otra semifinal, Urnieta-Azkoitia, también será el viernes, a las 20:00. Los azkoitiarras tienen 36 puntos de renta de la ida. Hernani, 17.

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