Irujo y Olaizola II elegirán el jueves el material para disputar la final en San Sebastián el domingo
La final del Manomanista empieza a ser un lastre para los dos aspirantes al título. Una vez que la cuenta atrás ya se ha instalado, los pelotaris lo que quieren es empezar a sudar en la cancha y olvidarse de todo el ajetreo que rodea a la final y este año más.
M.M.N./La Rioja
Se trata de una final soñada por los aficionados y las empresas. También es importante que a estas alturas se hable del partido y no de suspensiones o aplazamientos lo que concentra aún más el interés. Esta mañana acude al Atano III para ejercitarse antes de acudir nuevamente el jueves al mismo escenario para proceder a la elección de material para el partido.
El de Ibero, a punto de cumplir su segundo año como profesional -lleva cuatro finales en este periodo y dos títulos conseguidos- opta a su tercera chapela, en una trayectoria impecable que ni él mismo hubiera soñado el día que le dieron la alternativa.
Olaizola II oculta más sus sensaciones, pero también le tiene ganas al Manomanista después de ver cómo se le esfumaba su opción el año de la lesión en el hombro derecho. Este año goza de menos cartel que Irujo, pero siempre hay que contar con el de Goizueta.
La final del Manomanista viene a poner el cerrojo a la temporada competitiva invernal y, a partir de ahora, se abre un nuevo escenario en el que las fiestas de las localidades y las principales ferias asumen el protagonismo y el pelotari goza de mayor libertad. El Municipal de Vergara cerró el domingo hasta el inicio de la nueva temporada que arrancará con el Cuatro y medio.