Un estudio radiológico confirmó la mejoría de la rotura y parará dos semanas tras la final
L. GUINEA / J. HERNÁNDEZ. / Diario de Navarra
Juan Martínez de Irujo decidió ayer jugar la final manomanista el próximo 5 de junio contra Aimar Olaizola. El vigente campeón se sometió ayer a un estudio radiológico en la Clínica San Miguel de Pamplona. La fractura de la segunda falange del meñique izquierdo se mantiene, aunque ha comenzado a hacer callo óseo. Para poder jugar con un mínimo de garantías se le volverá a colocar una protección especial.
Con el meñique tocado o no lo que quieren Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola es acabar cuanto antes con el Manomanista. El doctor José María Urrutia tenía decidido desde hace unos días acudir con Juan Martínez de Irujo a la Clínica San Miguel para comprobar el estado de su meñique. La radiografía confirmó que la fractura está ahí, pero que poco a poco va haciendo callo.
«Lo bueno es que la radiografía ha confirmado que no ha habido desplazamiento en la fractura a pesar de haber jugado y que poco a poco la fractura se va consolidando», apuntaba ayer el doctor Urrutia.
Parar después de la final
Juan Martínez de Irujo enfocará la final como ha hecho los otros dos partidos que ha disputado en el Manomanista. Hará los entrenamientos justos, dos antes de la final, sin forzar el meñique dañado y colocándole una protección especial. La misma venda coreana con la que se protegió para el partido contra Patxi Ruiz, y aislar la fractura colocando más taco en la base de la mano y la primera falange.
«Para que esa fractura haga callo y se consolide harán falta entre cuatro y seis semanas, por eso retrasar la final una semana no lleva a ningún sitio», apuntaba ayer el doctor Urrutia. «Lo normal es que después de la final Juan se vaya dos semanas de vacaciones y en ese tiempo de inactividad la fractura termine de hacer callo y se consolide».
Urrutia cree que la lesión no tendrá repercusiones futuras.