Miguel Soroa, Retegui I y Atano X analizan el cambio que ha experimentado la manera de jugar el mano a mano en los últimos años
JOSEBA LEZETA/Diario Vasco
¿Es imprescindible la volea para ser alguien en el mano a mano actual? La pregunta está en el aire. Martínez de Irujo, Patxi Ruiz, Olaizola II y Gonzalez, los cuatro semifinalistas del presente Manomanista, dominan esta postura, aunque la utilizan de distinta manera. Para unos es más ofensiva que para otros.
Los tres campeones consultados por DV coinciden en subrayar la importancia de la volea, si bien algunos no le conceden la catalogación de imprescindible. Miguel Soroa considera más fundamental el sotamano, Retegui I apunta a la volea como «muy importante» y Atano X cree que la volea es «imprescindible» para ser alguien en esta modalidad. Los tres, por supuesto, coinciden en que el mano a mano ha evolucionado enormemente debido al material, a las protecciones en las manos y al propio estilo de juego que adoptan los pelotaris.
Miguel Soroa responde que «no diría que la volea es imprescindible. Pero tal y como se juega hoy en día, sí lo es el sotamano. Me parece más efectivo. Ahora bien, si además de sotamano tienes volea, mejor que mejor».
Muchas voces apuntan a la viveza del material como responsable del cambio que ha experimentado la manera de jugar mano a mano. Soroa discrepa: «También influye el material, no cabe duda. Pero ha cambiado, sobre todo, el estilo de juego del pelotari. En mi época no existía el dos paredes con efecto. Se pegaba de otra manera. Ahora le das con efecto y la pelota sale como una bala. Y no hay nadie que no haga el dos paredes así. Yo no recuerdo haber dado una volea en un mano a mano. No pondría la mano en el fuego, pero no recuerdo. Algún sotamano obligado cuando ya no quedaba otro remedio… Ni se nos ocurría entrar de aire. Nosotros corríamos hacia atrás y hacia adelante. El mano a mano ha evolucionado mucho. Incluso estos últimos años. El propio Beloki ha cambiado su juego. Entra más de sotamano que antes».
Y Soroa apunta otro detalle: «Para entrar de sotamano hace falta mucha confianza y que responda la mano. Los pelotaris actuales están habituados a jugar con más trapo y eso les ayuda en este tipo de jugadas. Nosotros nos colocábamos un cuarto del trapo que se ponen hoy en día los manistas».
Ofensiva o defensiva
Retegui I fue el primer pelotari que incorporó, y con éxito, la volea al mano a mano. Zurdo, su arma era la volea de derecha: «La volea es muy importante. Ya antes lo era; y hoy en día, más aún. La pelota actual es viva y va al rebote con facilidad. Quien posee volea trabaja menos con las piernas. Al principio son metros menos que recorres. Y al final, un kilómetro. En mi época yo era el único manomanista que jugaba de volea. Tapia II también era un gran voleista, pero por parejas. Cada uno tiene su estilo y yo no aprendí de nadie a jugar de esa manera. Azkarate, por ejemplo, fue el primero que recurrió al sotamano. Su pelotazo no era violento, pero le daba altura e iba al seis».
Juan Ignacio Retegui, que poseía una volea ofensiva, distingue entre «quienes tienen volea de ataque y volea de defensa. Es mejor la volea de ataque, pero resulta difícil atacar del cinco o del seis. No todos tienen capacidad para ello. Ruiz ataca a menudo, lo mismo que Gonzalez. La volea de Irujo es más defensiva. Pero busca altura para que la pelota bote y se vaya al cuatro o al cinco».
Retegui I apunta al material como razón principal del cambio de estilo en el mano a mano: «Ha cambiado el tipo de pelota. También es verdad que los pelotaris se ponen más trapo, lo que dificulta gozar el pelotazo. Facilita entrar de sotamano. En la volea, sin embargo, la pelota se escapa con tanto trapo».
No bastan las piernas
Atano X también ha vivido de cerca la revolución del mano a mano: «La volea es imprescindible para ser un manomanista de primera fila. Con estas pelotas no se puede hacer otra cosa. Se crean unos huecos enormes en la cancha. No ha nacido aún quien recorra esa distancia a tanta velocidad. Antes, para la mayoría de los pelotaris la volea era un recurso del que se echaba mano cuando no quedaba otro remedio. Ahora se recurre a la volea como estrategia, desde el inicio del peloteo. Hoy en día todos necesitan el juego de aire. Y quien no lo posee se ve obligado a aprender. No queda otra solución».
Y el azkoitiarra achaca también al material que se hayan reducido las diferencias entre los manomanistas: «Antes era difícil que el pelotari inferior ganara al superior. Los grandes encontraban menos dificultades para defender. Ahora, con este material, hasta los pelotaris inferiores son capaces de coger una racha. Si cogen pelotas en el tres, todos son pegadores. Por eso hay tantos cambios en el escalafón».