Juan Ángel Monreal / Diario de Noticias
Los entrenamientos de Patxi Eugui ya no duran dos horas. Ahora consisten en 60 minutos de trabajo serio, intenso, pero no extenuante. Saques, restos, intercambio de golpes y al vestuario. Ya no acude junto a dos compañeros para someterse a una paliza descomunal de pelotazos violentos e indiscriminados. Con uno le suele bastar. Algo ha cambiado en el agoizko. A los 33 años quizá ha decidido que conviene guardar fuerzas para el partido, salir a jugar con la chispa y el nervio intactos.
Así lo hará este sábado frente a Patxi Ruiz. Tras haber disputado sólo diez encuentros en lo que va de año, el agoizko llega a su estreno fresco, con hambre de competición, pero con muchos entrenamientos en el frontón. «Quizá es el año que más tiempo he tenido para prepararme. He hecho sesiones más cortas que otras veces. Creo que llego bastante bien, sin problemas de manos y con ganas de jugar ya el encuentro», comentó ayer tras el elegir material. La falta de ritmo, del partidos, no le preocupa. «Me gustaría haber podido jugar más encuentros por parejas, pero si no se puede no se puede. Es algo que tampoco me afecta. El juego mano a mano y el de parejas son diferentes. A partir de ahora, en cualquier caso espero tener más continuidad».
Es el más veterano de todos los pelotaris que jugarán los cuartos de final y conoce como pocos los resortes de una competición que ha dominado en tres ocasiones. No juega una final desde 2001 y sabe que, una vez superados los 30, las oportunidades escasean, vuelan de dos en dos. Cuatro años después de ser derrotado por Beloki, afronta ante Ruiz el reto de volver a ser quien fue: un manomanista clásico, intuitivo y poderoso, capaz de romper un partido a golpes o con dejadas.
Aún se ve en condiciones de ello. Reconoce que el año pasado se sintió de nuevo aspirante a la txapela y para esta edición no se fija más horizonte que el del próximo partido. «Creo que Beloki y yo no hemos bajado tanto nuestro nivel. El otro día, Patxi Ruiz le ganó bien, pero quizá si Beloki no hubiera comenzado tan mal el partido habría sido otro». Al estellés lo define como un manomanista completo y le entrega el papel de favorito para un encuentro que le permitirá recuperar las sensaciones competitivas que se dejó el año pasado ante Xala. «Aquello está olvidado. He pasado todo el año con muchos problemas en la izquierda, pero a base de descanso creo que he logrado recuperarla. Ahora hay que salir a jugar».
problemas físicos El historial clínico de Patxi Eugui es interminable. Ha padecido en las manos, en el pubis, en el codo y en las rodillas, y ha entrado en el quirófano en cinco ocasiones para solucionar todos estos problemas. La última de ellas, antes del pasado verano, para sanar una mano izquierda que acabó destrozada su choque frente a Xala. «Las lesiones te hacen saber dónde estás. Yo he vivido momentos buenísimos gracias a la pelota, he disfrutado mucho jugando, pero también he tenido lesiones. Hay que tomárselo como un trabajo y aceptarlo conforme viene. En situaciones como ésta se aprende que la pelota no lo es todo, que hay más cosas».
Doce meses después de su última intervención en la Clínica Universitaria, Eugui dice haber recuperado «las buenas sensaciones». Cuando mira hacia atrás, se niega a pensar que podría haber logrado más txapelas, pero sí reconoce que hubiera estado «más veces más arriba». «Lo que sí tengo claro es que, muchas veces, a mí me han derrotado más las lesiones que los contrarios».
un duelo inédito Han pasado casi 14 años desde que, con solo 19 años, Patxi Eugui renunció a los Juegos Olímpicos de Bercelona y decidió pasar a profesionales. Desde entonces ha ganado tres veces el Cuatro y Medio y otras tantas el Manomanista. «Yo no tengo nada que reivindicar en este mano a mano. He tenido mis momentos y ahora hay que gente que quizá está en el suyo». Pese a ello, no renuncia a obtener la victoria en un partido que moverá a mucho público, pero en el que los apostantes se decantarán por su adversario, seguramente en proporciones cercanas al doble a sencillo. No parece que el estado de las manos de Ruiz preocupe a la cátedra y tampoco a Eugui, que está convencido de que su rival «estará en condiciones de jugar».
Alguna pega más puso Eugui al material. No lo criticó con dureza, pero tampoco escondió su disconformidad con el tipo de pelotas escogidas por Ruiz. «En mí opinión son un poco excesivas para este frontón. Había alguna que del saque se metía casi en el rebote. Ya veremos el día del partido. Las mías son de cuero vuelto, de medio bote», comentó el delantero de Aspe, que vio en directo, junto a su ex botillero Martín Ezkurra, el choque que libraron en el Labrit Patxi Ruiz y Rubén Beloki. «Frente a Rubén hizo un gran partido y le desbordó, le dominó por completo. Demostró que es un manomanista muy completo, que tiene saque, golpe y una buena defensa de aire. Yo tendré que salir a hacer mi juego y tratar de ponerle las cosas complicadas».
Hace más de dos años que Ruiz y Eugui no coinciden en una combinación. Fue en Tolosa, en un partido por parejas, y Eugui venció junto a Fernando Goñi por 22-16 a Tirapu y Ruiz. Era la primera victoria del agoizko después de cinco derrotas, siempre en partidos por parejas. «Nunca hemos jugado, ni mano a mano ni en el cuatro y medio», confirmó el agoizko, que dejó Asegarce antes que Ruiz debutara, y al que el hecho de jugar frente a un rival nuevo no le dice mucho: «Mano a mano el único secreto es dominar en el peloteo para poder terminar el tanto».