Una derecha con pedigrí

La potencia y el ritmo marcado por Irujo rompen una final enla que Bengoetxea pagó la novatada y falló en exceso

Juan Luis Ibarretxe / Deia

La derecha de irujo demostró ayer que tiene pedigrí. Y es que su potencia y el ritmo que impuso con la diestra fue a la postre decisivo para que él y Goñi III lograsen el primer gran título de 2005 ante un Bengoetxea, que pagó la novatada y falló ocho pelotas no forzadas, y un Beloki que dio la talla, pero que dejó sin restar cinco saques. Precisamente, uno de ellos sirvió a los «colorados» para instalar el definitivo 22-12 en el luminoso. La diferencia de diez tantos puede hacer pensar que el choque fue muy cómodo para los de Aspe, pero lo cierto es que hasta casi el ecuador de la liza se presenció un encuentro de mucha tensión y en el que nadie se marchaba en el luminoso. Es más, en los primero compases fueron los de Asegarce los que tomaron la iniciativa gracias a una apertura al ancho de Oinatz, quien a continuación envió una pelota al colchón superior. Con el empate a uno fue Irujo quien cometío un error de gancho y acto seguido, un pelotazo de Beloki instaló el 1-3. En esta fase de la liza, el delantero de Ibero no acababa de entrar en juego y cuando lo hacía, erraba más de la cuenta. Sin embargo, una serie de imprecisiones de los de Asegarce mantenían con vida a Juan y Fernando, que firmaron el primer empate (5-5) gracias a un fallo de Beloki, que precedió a otro de un Goñi III que hasta entonces mantenía a cero su casillero de fallos.

La lucha en los primeros números estaba siendo atractiva, no porque se presenciasen bonitos tantos, si no porque los dos delanteros no dudaban en entrar de aire, lo que se traducía en un juego veloz, mientras que en la zaga se veía a dos manistas en plena forma, a pesar de que Rubén alternaba grandes pelotazos con algún error puntual con una derecha que, por momentos, parecía sufrir demasiado. Con este panorama, Oinatz y Rubén aún conservaron una mínima renta hasta el 6-7, logrado mediante un gancho de Bengoetxea que a punto estuvo de marcharse a la contracancha. La respuesta llegó de inmediato, puesto que su rival en la zona alegre firmó el tercer empate de la liza con la misma jugada para, mediante su primer tanto de saque, firmar la primera ventaja «colorada» de la tarde (8-7), ampliada con dos errores de Oinatz.

Parecía que el encuentro podía romperse, y para evitarlo, Salva Bergara solicitó con el 9-7 el primer tiempo muerto. El equilibrio aún se mantuvo debido a que Beloki continuaba con chispa, tal y como quedó demostrado el 11-9, firmado de un espléndido rebote, y en el 12-10, logrado mediante un derechazo del burlatarra. Sin embargo, el «garrote» del zaguero «azul» no tuvo continuidad y Irujo se vino arriba a medida que Bengoetxea disminuía sus prestaciones y, tal vez por culpa de sus nervios, fallaba en más ocasiones de las habituales.

Irujo sube, Oinatz baja

El panorama se oscurecía y el botillero de los rezagados pidió el segundo tiempo muerto que no sirvió para detener el vendaval rojo. Y es que, con el delantero de Ibero en plan estrella gracias a su buen criterio a la hora de rematar, al poder de su derecha y a su acierto en el saque, acabó por romper el choque (18-10). La labor de su zaguero también resultaba providencial, ya que, una vez más, mantuvo una línea de regularidad que bordeó la perfección. Una dejada de Oinatz tras una escapada del zaguero contrario, unida a un fallo de gancho de Juan, permitieron a los a posteriori perdedores acercarse hasta el 18-12, pero lo que se veía en la cancha no hacía prever una «voltereta». De hecho, los campeones terminaron la liza por la vía rápida mediante una volea y dos saques de Juan y un error de Oinatz.

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