Frontis ficha a Jorge Nagore para las próximas dos temporadas | El de Irurtzun apuntala el proyecto del Circuito de Pelota Profesional
P. A. / La Estafeta de Navarra
Todo joven proyecto necesita tener unas bases sólidas, y más si se trata de desafiar una estructura tan afianzada y tradicional como la que rige la pelota mano. Desde ayer, tras el fichaje del pelotari Jorge Nagore por la empresa Frontis, el novedoso Circuito de Pelota Profesional (CPA) toma un poco más de cuerpo. El tricampeón del Cuatro y Medio, que concluyó su contrato con Aspe el domingo después de dos años de sinsabores, estampó ayer su firma con la promotora navarra. Su nuevo contrato es por dos años, y su debut tendrá lugar el domingo, dentro del Abierto de La Rioja por Parejas.
Nagore se mostró satisfecho por la decisión tomada, a pesar de que su marcha de Aspe supone quedar fuera de todos los torneos de la Liga de Empresas de Pelota Mano (es decir, de los campeonatos con más arraigo pelotazale, el Manomanista, el Campeonato de Parejas y el Cuatro y Medio). «Tengo muchísima ilusión por jugar en Frontis, porque llevo casi un mes sin disputar un partido. Pienso además que éste es un proyecto muy bonito. Me apetecía intentarlo», dijo el delantero de Irurtzun, que cierra así uno de los culebrones pelotazales más sonados.
Adiós por carta. La historia de este fichaje comenzó a escribirse el 25 de enero, fecha en la que el pelotari navarro envió una carta a los medios de comunicación en la que transmitía su intención de no renovar su contrato con Aspe. La noticia, explosiva de por sí, se vio acuciada por unas polémicas declaraciones en las que criticaba el trato recibido por parte de Asegarce primero y de Aspe después, «en especial estos dos últimos años, en los que me han hundido psicológicamente», precisaba Nagore. El pelotari se despachaba debido a su progresivo arrinconamiento en los festivales por parejas: el campeón de 1999 junto a Inaxio Errandonea entraba ahora en segundos y terceros partidos.
Desde entonces, los rumores sobre el pase de Nagore a Frontis han sido continuos, aunque no fue hasta ayer cuando se llevaron a cabo las negociaciones. «Hace 20 días nos reunimos y ya habíamos hablado de varias cosas por encima, aunque yo no quería concretar nada hasta que no llegará el 6 marzo, cuando terminaba mi contrato con Aspe. El acuerdo ha llegado bastante fácil, porque ellos ya tenían una idea de lo que yo iba a pedir y yo de lo que podían ofrecer. Siempre hay un tira y afloja porque cada uno mira por lo suyo, pero no ha habido problemas», indicó el pelotari.
El CPA. Nagore entrará dentro del ránking del CPA, un sistema de competición que arrancó a finales del año pasado con el Abierto de Navarra del Cuatro y Medio. Desde entonces se han jugado los Abiertos de Vizcaya y de Álava, que han situado a Armendariz como número uno indiscutible. «El proyecto de Frontis lleva un año en marcha, y el CPA me parece una idea bonita. Ahora mismo se ve difícil la relación con las otras empresas, pero con el tiempo no se sabe lo que puede pasar. Lo ideal serían competiciones con todos los pelotaris, aunque por ahora cada uno hace su camino», dijo el de Irurtzun.
La entrada de Nagore supone una revolución en Frontis, ya que es el pelotari con más presente de esta empresa (ganó el Cuatro y Medio en 2003 y fue tercero en 2004). Él le resta importancia a este hecho. «Yo me veo como un pelotari más. A día de hoy, en Frontis los que tienen más nombre son los veteranos, pero cuentan también con muchos pelotaris jóvenes que vienen fuertes. Todo el mundo se prepara mucho y te puede complicar las cosas», explicó Nagore, que destacó el buen juego desplegado dentro del cuatro y medio por Badiola III: «Puede llegar lejos».
El delantero reconoció que su decisión tendrá consecuencias negativas, aunque para él destaca que, en términos generales, sale ganando. «Cuando llegue el próximo Cuatro y Medio seguro que siento algo de morriña, aunque llegar arriba está muy difícil. Pero tenía que valorarlo todo y no me arrepiento para nada de la decisión que tomé al dejar Aspe. Hay gente que piensa que fue fruto de un calentón, pero no es así, fue algo meditado», concluyó.