Pocas alegrías y muchos disgustos

Pelotaris legendarios como Akarregi, Atano X, Ogueta, Tapia, Maíz o Galarza han ejercido de seleccionadores de material y no se han librado de las críticas «Las quejas de los pelotaris son tan viejas como la propia pelota», dice Tapia
ENRIQUE ECHAVARREN/Diario Vasco

La polémica suscitada el miércoles en la elección de material del Labrit para el partido de desempate del Campeonato de Parejas ha devuelto al primer plano de la actualidad la figura del seleccionador de material. Un cargo por el que han pasado, entre otros, pelotaris legendarios como Akarregi, Luciano Juaristi Atano X, José María Palacios Ogueta, Fernando Tapia, Antton Maíz o Ladis Galarza. Juan Mari Juaristi Atano XIII recogió hace dos años el testigo, pero, muy a su pesar, se ha visto inmerso en una espiral de críticas. Debe afrontarlas en solitario. Es el peaje que ha de pagar por estar al frente de un puesto al que nadie aspira.

Pocas alegrías y muchos disgustos. Así define Fernando Tapia su periplo como seleccionador de material. El histórico zaguero azkoitiarra estuvo la friolera de dieciséis años en el cargo y durante todo ese tiempo ha sido testigo de muchísimas cosas en los frontones. Podría escribir una enciclopedia, pero prefiere guardárselas para él. La prudencia siempre ha sido una de sus grandes virtudes.

La película no es nueva, se repite año a año. «Cuando estaba en activo, los seleccionadores eran Akarregi y Atanillo y siempre había alguien que salía con el tema. Durante todos los años que estuve de profesional, nunca me quejé del material. Si el rival jugaba más que tú, había que aceptarlo y callar», rememora.

Ni excesivo ni bajo

Asumió el cargo de seleccionador de material y compartió galones durante un lustro inolvidable con el añorado Ogueta hasta que el ciclón alavés cambió el cestaño por los micrófonos de televisión. Después le acompañó Ladis Galarza otros cuatro años, hasta que se retiró -más bien le jubilaron- en la final del Campeonato del Cuatro y Medio de 2002 entre Aimar Olaizola y Abel Barriola, que curiosamente se repitió en 2004. Tapia se guió siempre por el mismo criterio. «Buscábamos material equilibrado para todos los pelotaris, ni excesivo ni bajo. Retirábamos las exageradas y las más muertas en busca de pelotas para jugar y para que el público disfrutara en su butaca».

Al igual que sus antecesores, no se libró de las críticas y se llevó más de un disgusto. «Nunca ha sido un puesto agradable. Los pelotaris se quejaban y no te quedaba más remedio que callar. Cabreos he tenido que aguantar muchos, muchos…. La única fórmula para soportar aquellos chaparrones era armarse de una paciencia infinita. Decían -y siguen diciendo- que aquello era una mierda, pero luego ganaban el partido y sólo entonces reconocían que se habían equivocado. Si no hubiera tenido tanta afición, habría dejado el cargo mucho antes. Muchas veces me preguntaba: ‘¿dónde me he metido?’ Antes no éramos así».

Hay pelotaris que siempre han sido más polémicos con el material. Tapia tenía su propia lista, en la que figuraban, entre otros, Arretxe, Eugi o Lasa III. Y algún intendente que tiene predilección por un material muy vivo. «Las quejas de los pelotaris sobre el material son tan viejas como la propia pelota. Es algo cíclico», apostilla.

«Si no hubiera follones sería mejor para todos -añade-, pero de esta forma se calienta el partido y se crea morbo. Un poquito de picante siempre hace falta. Comer lo mismo todos los días es muy aburrido, hay que cambiar de menú, pero los periodistas también tenéis parte de culpa porque os gusta que haya jaleo para escribir luego».

A su juicio, la clave reside en que «a estas alturas del campeonato la gente se pone más nerviosa. Al principio nadie hablaba del material porque no había nada en juego. Fíjate, en verano, a pesar de estar jugando todos los días, nadie se queja del material. Me han sorprendido las declaraciones de Asier y Oier porque no son de los que suelen quejarse habitualmente».

Una experiencia similar

A Fernando Tapia también le extrañó que Olaizola I y Zearra sólo escogiesen dos pelotas en lugar de las tres que indica el reglamento, pero no le sorprende. En su día ya vivió una experiencia similar, en esta ocasión con Aimar Olaizola como protagonista. «Fue hace poco, en 2002, durante una elección del Campeonato del Cuatro y Medio en Zegama. Se enfrentaban Olaizola II y Otaegi. A Aimar no le gustó lo que había en el cestaño y no quería elegir ninguna. Entre Ladis Galarza, Roberto García Ariño y yo logramos convencerle y al final las separó. Ese partido lo ganó de calle, como todos los del aquél campeonato», recuerda.

Tapia quiere romper una lanza a favor del trabajo que viene desempeñando su vecino Atano XIII. «En mi opinión, Juan Mari lo está haciendo muy bien. Y se lo he dicho a él cuando nos hemos cruzado en la calle. ‘Tú sigue así, pero estáte tranquilo. Cuando lleguen los palos te caerán todos a tí, no tengas ninguna duda, pero tú siempre a lo tuyo’. A Juan Mari le defenderé siempre».

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