De entre los frontones de Euskal Herria, el Astelena de Eibar, la Catedral de la pelota, será probablemente el de más historia y tradición. Y qué mejor lugar que una cancha tan carismática para disputar las finales del Gran Premio de Pelota Vasca Adaptada, que supone otro paso importante en esta aventura de la pelota del futuro, que deberá ser sin ningún tipo de exclusiones. Con 36 participantes, ésta ha sido la edición más participativa de la historia, confirmando que este tren, que comenzó en Legazpi en 2018 y pasó por Beasain, Errenteria y Getaria, va en la buena dirección. Y en ese camino hacia la inclusión, la pelota adaptada ha reiterado en un escenario de lujo que puede ser una herramienta no sólo eficaz, sino muy atractiva. Al amparo de numerosos aficionados a la pelota,German Elkoro-Beñat Lizaso han vestido las txapelas del Gran Premio Euskal Pilota Adaptada 2022.
Con un gran ambiente y ruido en las gradas, los y las pelotaris con discapacidad intelectual han ofrecido un gran espectáculo y finalmente Lorea Iribar y Eneko Sagarmendi se han impuesto por 25-21. Como era de esperar, la competitividad existente entre Sagarmendi y Huegun ha quemado otro capítulo en el Astelena. Los dos pelotaris de la sociedad Mindara son referentes en esta categoría y, como es natural, han sido los que han llevado el peso del partido, con la ayuda adecuada de Lorea Iribar y Sheila Cueto. Ambos zagueros han movido la pelota a una velocidad increíble y, aunque los rojos han ido por delante la mayor parte del tiempo, el duelo ha sido tremendamente equilibrado y disputado, con numerosos empates. Al final, sin embargo, el donostiarra Huegun, que el sábado también se había jugado un partido, también ha notado un punto de cansancio y la victoria ha sido para los rojos. El mutrikuarra disputaba su quinta final y ha podido vestirse su tercera txapela, pero la más importante de todo ha sido su desarrollo en estos años, tanto en el juego como a nivel personal, porque la forma en la que ha gestionado los nervios en una final tan dura también es un triunfo y un ejemplo tremendo. Lorea Huegun, por su parte, se ha calado su segunda txapela. Y merece también una mención especial que en la final hayan participado dos mujeres, señal de que, poco a poco, las chicas también van acercándose a la pelota adaptada.
La final entre los pelotaris con discapacidad física también ha sido de lo más completa y disputada y en la recta final los guipuzcoanos han logrado la victoria (25-21) ante los bayoneses Meunier y Cabanne. Los lapurtarras han comenzado mejor el partido y en la primera fase del partido han sido ellos los que han llevado el mando del marcador. El año pasado los bayoneses también estuvieron en la final y han demostrado que, suman mucho como pareja. Además, Beñat Lizaso, que disputaba su quinta final, ha comenzado el partido con cierto nerviosismo, el oiartzuarra ha cometido errores que no son los habituales y le ha costado meterse en el partido. Poco a poco, sin embargo, Lizaso ha ido creciendo y han sido capaces de equilibrar el marcador hacia el ecuador. Bien secundado por Germán Elkoro, que ha comenzado a competir en pala con silla de ruedsa hace apenas cinco meses y, en su primer campeonato, ha conseguido ponerse la txapela. No obstante, la clave de la final ha estado en la espectacular segunda mitad del partido que ha realizado Beñat Lizaso, que ha demostrado todo su potencial y también físicamente ha aguantado mejor que los bayoneses físicamente y han conseguido una merecida victoria.