El remontista más veterano (41 años) buscará mañana su decimosexto triunfo consecutivo
P. A. / La Estafeta de Navarra
Peio Aizpuru jugará mañana un encuentro especial, y eso no es fácil para un pelotari que cumplirá esta temporada 22 como profesional. El zaguero de Azpeitia –que a sus 41 años es el remontista más veterano del cuadro–, intentará prolongar su insólita racha de victorias consecutivas (quince, su mejor marca personal). «No creo que sea mi mejor momento, porque llevo muchos años en esto y he tenido campañas buenas. Recuerdo que hubo una en la que jugué 183 partidos y gané 120… pero sí que es cierto que nunca había ganado tantos seguidos», dice Aizpuru, que posee en su palmarés un campeonato individual y tres por parejas (1993 fue su mejor año, con dos títulos).
Pese a su veteranía, el guipuzcoano se mantiene en la actualidad entre los principales zagueros, sólo por detrás de Lizaso, Eizagirre, Etxabe o Iriarte, y a poca distancia de Ángel Lecumberri o el joven Urrutia. No tiene la chispa ni la fuerza de muchos de sus compañeros… pero acaso, nunca las tuvo. Sus bazas son otras bien distintas, como la buena orientación en la cancha y los recursos técnicos: unas cualidades atemporales y que le permiten seguir dando guerra en las canchas. «He perdido nervio en el brazo, pero lo suplo con otras cosas. Ahora me toca pelotear y rebotear más, pero me encuentro cómodo. Y físicamente, aguanto bien», explica.
El ‘canchero’ de Azpeitia. La historia de Aizpuru es la del pelotari de la vieja escuela, al que todo su entorno le ha empujado a los frontones. Nació en Urrestilla, un barrio con apariencia y alma de pueblo dentro de la localidad guipuzcoana de Azpeitia. Allí jugaba a pelota mano desde pequeño, «muy a menudo, aunque nunca de blanco», precisa. Y un buen día, con 15 años, le dio por practicar junto a su cuñado con un remonte, una modalidad con gran aceptación en Azpeitia. «Me pareció difícil, pero esto es como todo. Si practicas un día y otro y otro, aprendes y le coges el truco», indica. Él se preparó a fondo, y cuatro años después, en 1983, debutó en el Galarreta de Hernani.
22 años después, Aizpuru vive plenamente de la pelota, y no se dedica sólo a jugar: dirige la escuela de remonte de Azpeitia, y es además el canchero del frontón de la localidad, el Izarraitz. «Lo compagino todo bien, no tengo problema. Es lo que más me gusta», asegura. En todo este tiempo, Aizpuru ha vivido muchas temporadas al más alto nivel. Y para él, el mejor remontista que ha visto es el actual número uno, Koteto Ezkurra. «Lo tiene todo. Es muy fuerte y hábil. Después de él están Zeberio, un muy buen pelotari, y Lizaso», apunta. En su terreno, la zaga, destaca al propio Lizaso, a Eizagirre, a Agerre… y sobre todo, a Mujica. «Ha sido de lo mejor que he visto. Sacaba bien y tenía garra», señala, al tiempo que avisa del potencial de Urrutia: «Lleva tiempo jugando un montón. Si sigue así, puede tener mucho futuro».
Los cambios. El zaguero ha sido uno de los principales testigos de la evolución del remonte. «En el juego ha habido cambios importantes. Antes, la cesta era de junco y además, la pelota botaba menos que ahora. Son cosas que las notas si estás dentro, a veces la pelota hace extraños», explica Aizpuru, que ha apreciado también un descenso en el número de espectadotes: «El Galarreta está bien, pero hace años, iba más gente al Eus-kal».
El zaguero se muestra esperanzado ante el reto de mañana, en el que se enfrentará junto a Ezkurra a Altuna I-Lizaso. «Los contrarios son fuertes, pero siempre es un honor jugar con el mejor delantero. Te da tranquilidad», dice Aizpuru, que desvela el secreto de su racha: «A estas alturas no cuento como antes para los grandes torneos, pero sigo teniendo ilusión, que es lo principal».
-DNI. Peio Aizpuru Lasa, 41 años, nacido en el barrio de Urrestilla (localidad de Azpeitia, Guipúzcoa).
-Trayectoria. Debutó como profesional en 1983. Sus mayores éxitos son un campeonato individual y tres por parejas. Su mejor año fue 1993 (dos txapelas).
-Características. Es zaguero. Su juego se basa más en los recursos técnicos que en la pegada. Domina el bote pronto, el bote corrido y el rebote, y cuenta con una gran resistencia física.