Requiem por la pelota a mano

A. Pascual nos remite desde Barcelona esta carta:
Monumento a Titín

«No hace mucho leí un artículo en Manista en el que se hacía referencia a la disminución de asistencia de aficionados al frontón, incluso cuando se trataba de finales de campeonatos de campanillas, lo mismo del Cuatro y Medio que del campeonato general. Debo de decir que, vistas las cosas desde Cataluña, me extrañó, pero acabo de regresar de La Rioja y ahora comprendo perfectamente el problema

Supongo que ya tendrán escogido al escultor que erigirá el monumento a Titín, del que han estado viviendo los organizadores de los eventos pelotazales durante los últimos 10 años, por lo tanto no sería ninguna barbaridad lo del monumento que inmortalice a la persona que ha mantenido el fuego sagrado de la afición en la última década porque, se habrán percatado Uds. de que al entrar el de Tricio en su ocaso profesional, cosa lógica porque la edad no perdona, le ha seguido, como la sombra al cuerpo, el ocaso de la afición.

¿Se han dado cuenta de lo aburridísimo que resulta ver a dos morroscos de casi 100 Kg. a tortazo limpio con la pelota a ver quien la pone más lejos? Está muy bien un buen pelotazo que muestra la potencia, o fuerza bruta, pero mejor si de paso lo adornamos con algo de inteligencia, se supone que el delantero está para algo más que para competir con los zagueros.
.
Recuerdo que en mis tiempos riojanos oí decir a algún «entendido» que la mejor «dejada» era la que se hacía en el 9, ¡gran perspicacia la de aquel señor! Aquí tienen el resultado de aquellas ideas, la gente se aburre y no va al frontón. Como también recuerdo que en mis años de colegial se comentaba un tanto entre Atano lV y Lazcano como zagueros, en el Beti-Jai, que duro 22 minutos, aquello debió ser el suplicio de Tántalo.

Ha sido necesario que apareciera un Titín para darle salsa al deporte de la pelota y que la gente volviera al frontón, hay que ser inteligente para hacer dejadas a uno y otro lado del frontón e inteligente y sobre todo valiente para entrar a rematar como lo hace Titín aún viniendo la pelota del techo, y eso que lo han «acogotado» poniéndole siempre zagueros inferiores a su contrario, por lo que veo se acaba Titín y se acaba la afición al frontón.

Ha habido algún intento por parte de algunos pelotaris de seguir los pasos de Titín, Berasaluce, Olaizola ll, por ejemplo, pero no entran al corte con el valor, la astucia y la frecuencia de mi paisano y es una lástima porque Olaizola, si lo combinara con mayor asiduidad con ese magnífico golpe que tiene sería la reencarnación del señor Retegui, el que tampoco se excedía en los cortes que digamos, pero su elegancia en la cancha, su «ambidestrismo» y su saber estar en el partido le hacían atractivo
.
Eso me demuestra que dentro de ese deporte no hay personas, jugadores o preparadores, que sepan inculcar a los deportistas ideas que han triunfado y que sin embargo ni unos ni otros son capaces de poner en práctica, ¿no lo ven los propios pelotaris? ¿y los preparadores, botilleros o como quieran llamarles, qué hacen en esas sillas, a parte de ocupar un lugar privilegiado? Lástima que por falta de inteligencia hayamos de entonar el REQUIEM POR LA PELOTA
.
Ya alguien intuyó el problema y se «inventó» lo del Cuatro y Medio para ver de interesar a la afición en la esperanza de que, con el juego «ratonero» de los llamados «Cuadros alegres» (por algo será) los aficionados se divertirían y su número aumentaría, pero ni por esas. Incluso con el frontón corto la mayor parte del tiempo lo pasan intentando mantener al contrario lo mas alejado del frontis con lo cual salimos de Guatemala pero no entramos en Guatemejor, lo que el aficionado quiere es ver jugar a la gente «adelante» con cortes, rasgadas, dejadas al choco o a la contracancha, carambolas (¿cuántas se dan en cada partido? ¿Cuándo volveremos a ver un partido como aquella final de Vitoria Titín-Retegui?

Por otra parte, tratándose de un NEGOCIO que mueve muchos millones seguro que alguien habrá calculado la media de edad de los asistentes al frontón, y ¿qué sale? Que en mis tiempos no había en cada pueblo mas que un frontón o pared donde pasar el rato haciendo algo divertido y salíamos con el gusanillo metido en el cuerpo, hoy a la juventud le sobran ofertas de ocio/diversión suficientes como para mirar en otra dirección, otro motivo más de preocupación por este deporte/negocio que tiene, creo yo, fecha de caducidad, lo cual no deja de ser lamentable.

Saludos cordiales»

© Pelota Vasca - Manista. Diseño: iLUNE