Karmelo Anabitarte / El Mundo Deportivo
Jorge Nagore renunció el martes a una posible renovación con la empresa Aspe con una carta enviada a los medios de comunicación en la que denunció el “trato humillante” que le han dispensado los responsables de la promotora eibarresa desde marzo de 2003. El pelotari irurtzundarra arremetió con dureza contra las personas que confiaron en él cuando en Asegarce no le querían porque éstos le han dado, según sus propias palabras, un trato humillante que está afectando a su propia dignidad personal por programarle en partidos complementarios.
Personalmente, la carta me parece desafortunada. En primer lugar, porque aunque respetamos su opinión y respetamos que piense que merecía más, no nos parece indigno ni humillante jugar un partido a cambio de más de 600 euros –50 asegurados al año– por mucho que uno haya sido tres veces campeón del Cuatro y Medio. Aunque no haya sido su intención, seguro que no, ha faltado indirectamente a los compañeros con los que ha compartido vestuario antes y después de esos partidos de segunda y tercera fila, cobrando, en muchos casos, menos que él.
Conviene, además, recordarle al delantero navarro que Aspe ha respetado en estos dos años el escalafón que le correspondía por resultados en el Cuatro y Medio mientras que otros no lo hicieron en su día. Afirma que merecía jugar estelares por parejas, pero debe saber o comprender que no es más vistoso que otros ni consigue mejores resultados. Salvo en la ‘jaula’, donde ha brillado con luz propia con ocho victorias en once partidos, sus números por parejas son más discretos que otra cosa a pesar de haber jugado muchas veces ante esos rivales de segunda o tercera