El delantero de Goizueta tiene las dos tocadas y el miércoles decidirá si juega en Íscar
L. GUINEA / J. HERNÁNDEZ / Diario de Navarra
Los últimos 15 días han dejado maltrechas las manos de Aimar Olaizola. El 26 de diciembre jugó y ganó la final del Cuatro y Medio, pero en el intento se dejó la zurda. El pasado 5 de enero debutaba en el Parejas con éxito (22-19 frente a Irujo-Goñi III), pero su derecha terminaba hinchada y dolorida. El de Goizueta pasó ayer por el masajista, volverá a hacerlo mañana y probará en frontón. Si las sensaciones son buenas, jugará el sábado en Íscar. A la mínima molestia, pedirá aplazamiento y reservará sus manos para cuando el campeonato entre en fases más decisivas.
Aimar Olaizola ganó el Cuatro y Medio a base de trabajo. Y en el Parejas ha seguido con la misma receta: 935 pelotazos y hora y media de partido -51 minutos reales-.
«La zurda la tengo tocada desde la final, a la altura del segundo dedo. En partido contra Irujo perdí la derecha porque se me metió una pelota en el tanto 13-14 y acabé con la mano mal», explicaba ayer el de Goizueta. «Yo me veo bien, pero haré una prueba y si me duele pediré aplazamiento y curaré bien las manos».
Pletórico de confianza
Aimar Olaizola reconocía ayer que la txapela del Cuatro y Medio ha reforzado sustancialmente su confianza. Desde la final del día 26 hasta su debuto en el Parejas tuvo casi 10 días de relativo descanso porque no le programaron ese fin de semana. A pesar del poco espacio entre competición y competición es muy escaso, el de Goizueta se ve entero.
«Aunque de manos estoy justo, físicamente terminé muy bien el Cuatro y Medio. Estoy con ganas de jugar a pelota, con confianza en la cancha, las cosas salen y por eso prefieres no parar demasiado», explicaba Aimar.
Al menor de los Olaizola no le ha sorprendido nada especial del arranque del Parejas. Sabe que la primera fase no tiene una gran trascendencia clasificatoria, pero sí esconden su importancia. «Esta fase vale para que la gente que no llega del todo bien coja nivel, por eso hay competencia».