Juan Ángel Monreal / Diario Noticias
El Campeonato de Parejas se le resiste de momento a Patxi Ruiz. En esta competición se estrenó a los pocos meses de debutar. Jugó junto a Martín Alústiza en los primeros meses de 1999 y no consiguió ni siquiera una victoria. Aquella actuación, producto de la impaciencia de su empresa y de su propia bisoñez, le valió un disgusto muy serio. Al año siguiente no jugó y en 2001 regresó junto a Mikel Unanue. En las tres últimas ediciones ha formado con Asier Olaizola, y sólo en la primera ambos dieron la medida de sus posibilidades. Llegaron a la final, pero allí se toparon con Yves Xala y Oskar Lasa. A estos mismos rivales, Patxi Ruiz les dio una tunda tremenda el sábado. Armado con una derecha temible, desarboló al etxarriarra y permitió lucirse a Pablo Berasaluze.
«Estoy contento por el juego y por la imagen que dimos los dos en Sestao. Yo le quité mucha pelota a Xala, y Pablito, que es un artista, lo aprovechó», explicaba ayer Ruiz, que este sábado jugará en Íscar el segundo encuentro de la liguilla. Lo hará también frente a una pareja muy potente (Olaizola II y Otxandorena) y en una cancha cuyo piso es un cristal. «Es un frontón muy malo para defenderse, porque el frontis escupe la pelota y el suelo tira muchísimo», dice el estellés.
El choque del sábado servirá para calibrar con mayor precisión las posibilidades una pareja con la que casi nadie contaba, pero que no renuncia a nada. «Hemos demostrado que hay que tenernos en cuenta. Al principio siempre se señala a algunas parejas y se olvida a otras. Sin embargo, yo creo que este año las parejas están muy niveladas». Aspirar al título supone, sin embargo, una meta bastante complicada, que no imposible. Para ello, Ruiz sigue confiando en las duplas que casi todos señalaban como favoritas al comienzo de la competición. «A mí me gustan mucho Irujo-Goñi, Titín-Barriola y también Olaizola II-Otxandorena. Creo que son las más potentes», dice.
En buen momento A Patxi Ruiz, el Campeonato de Parejas le llega en un magnífico momento de juego. Desde el 1 de octubre, ha jugado 14 encuentros por parejas, con 10 victorias y sólo cuatro derrotas. Por eso, porque los técnicos le ven seguro y con golpe, han apostado por él junto a un delantero de perfil bajo, que brilla en la medida en la que su zaguero domina. «Está claro que yo tengo que llevar el peso de la pareja, porque Pablito tiene que pillar pelota adelante. Tiene que jugar como él sábado; si sigue así, creo que podemos hacer un buen papel».
Mas espectáculo El delantero vizcaíno se juega mucho en la única competición en la que parte con ciertas opciones. Casi siempre ha disfrutado de la compañía de un buen zaguero y le puede haber llegado la oportunidad de brillar al más alto nivel. Ruiz sabe lo que Berasaluze puede dar de sí. «Desde el dos es el mejor apuntillando. Termina el tanto muy bien. Los problemas los puede tener en defensa o en encuentros muy largos, pero lo que él tiene que hacer es terminar los tantos».
Esto último Ruiz lo tiene muy claro. Quiere que su delantero intervenga, que acabe con cierta rapidez, que el partido no se escape hasta los 900 o 1.000 pelotazos. «Yo soy de los que, haga buena o haga mala, le digo al delantero que termine, que intente hacer el tanto. Los delanteros están para eso», explica Ruiz, para quien los partidos largos, que se acercan a la hora y media «son una exageración». «A mí me resultan aburridísimos, y creo que se ven demasiados. Yo entiendo que en el Campeonato de Parejas todos queremos ganar, pero me parece que la mayoría de los delanteros entra poco de aire. Tienen que dar espectáculo».
El zaguero estellés cree que la pelota actual sigue escasa de delanteros que muevan el tanto. «Excepto dos o tres, la mayoría de los delanteros no arriesga mucho. Y en el Campeonato de Parejas, sólo Titín entra continuamente», explica el zaguero navarro, para quien delanteros como Irujo deben hacer su juego. «La pelota está muy justa de gente así. No tienen que cambiar por estar en el Campeonato de Parejas».
Progresión Si para Berasaluze el Campeonato de Parejas es una estación de término, para Ruiz se trata sólo de una estación intermedia antes de su gran reto del año: el Manomanista. El zaguero navarro quiere recuperar el título que ya consiguió en 2003. Para ello ha cambiado de preparador y se ha puesto a las órdenes de José Luis Tobías. De momento, Ruiz está enseñando un magnífico momento. «Ver que la empresa confía en mí me da fuerza», explica Ruiz, que está satisfecho de su nivel actual y de su progresión desde que debutó. «Llevo seis años en profesionales; he ganado un Manomanista y he sido finalista en un Campeonato de Parejas. También tengo algún título veraniego y el Cuatro y Medio navarro. Y ahora mismo me veo bien, entre los mejores zagueros del momento. A Beloki y a Otxandorena será complicado dominarles, pero voy a por ellos».