Aimar y Otxandorena ganaron un partido precioso y largo de 935 pelotazos Irujo y Goñi III equilibraron el 0-7 inicial, pero cedieron en los últimos tantos
JOSEBA LEZETA./Diario Vasco
Olaizola II y Otxandorena inauguraron el Campeonato de Parejas con un triunfo por 22-19 ante Martínez de Irujo y Goñi III, ayer en el Beotibar de Tolosa. El partido resultó precioso, con remates de casi todas las facturas de ambos delanteros, largo, 96 minutos, y durísimo, 935 pelotazos.
Me pregunto cómo jugarán estos cuatro pelotaris con buen material. Martínez de Irujo y Goñi III se quejaron amargamente el día de la elección. «Las nuestras son malas y las de ellos, peores». Tampoco le gustaron a Aimar. Eso dijo. Si sirven para asistir a un espectáculo como el de ayer, me conformo con estas pelotas. Y como yo gran parte del público que llenó el frontón. El día que acierten los intendentes y el seleccionador, no sé qué juego sacarán. Harán virguerías desconocidas.
Al material de ayer le faltaba algo de chispa, un poco de raspe para hacer más daño cuando se ataca por velocidad de pelotazo al rival. Pero si esa chispa se consigue a base de bote alto y vuelo de la pelota, me quedo con estas pelotas. Si esa velocidad se consigue con bote largo y auténtico en lugar de alto y artificial, que pongan en juego ese material.
Ataque, defensa, ritmo, dureza, seguridad, intensidad… Los cuatro protagonistas del Beotibar ofrecieron de todo. Hasta Otxandorena, sobre cuyo rendimiento se cernían algunas dudas, respondió a un nivel alto y recordó al que vimos durante el verano en San Fermín y en Zarautz.
Martínez de Irujo apuntó al final del partido que arriesgó menos de lo habitual en él. Se lo hemos pedido muchas veces y no lo vamos a criticar por eso cuando muestra una vena más seria. Jugó un buen partido, seleccionó bien sus entradas, intentó poner esa sexta velocidad de la que disponen sólo él y algún otro. También se defendió con acierto.
Sucede que enfrente tuvo a un Olaizola II tan sencillo como espectacular. No es fácil combinar esas dos virtudes. Pues hasta eso consigue el mago de Goizueta. Perdió seis pelotas, cinco de ellas por arriesgar. Muchas podrán pensar quienes no vieron el encuentro. Pues no. Todas las decisiones que tomó fueron correctas. Pero no es fácil acertar siempre cuando se buscan continuamente los ángulos y el ras de la chapa. Contrarrestó con creces esos supuestos fallos gracias a catorce tantos hechos, ninguno de ellos de saque. Varias de sus aperturas de zurda fueron de libro. Dio un recital ofensivo y defensivo. Irujo le mandó cantidad de recados venenosos y los devolvió con otro veneno, más letal aún.
Olaizola II y Otxandorena arrancaron con un 0-7 que supieron administrar. Martínez de Irujo y Goñi III entraron poco a poco en el partido y consiguieron acercarse a un tanto en seis ocasiones, la última en el 19-20. Pero nunca lograron empatar.
Dos tantos claves
Le pesó ese inicio a la pareja de Aspe, aunque la clave estuvo posiblemente en dos tantos del tramo final. Irujo y Goñi III dominaron claramente con 18-19 en el marcador, pero el delantero de Ibero tiró bajo chapa una parada en el txoko dentro del cuadro uno: 18-20. Dos tantos después, con 19-20, Otxandorena trajo a buena pelotas complicadísimas y Aimar apenas entraba en contacto con la pelota. Pues lo hizo en una ocasión y arrimó en el ocho. Tanto. De un posible 20 iguales al 19-21. Irujo y Goñi atacaban a Otxandorena, pero éste respondía con cuajo, en zaguero de respeto.
Aimar, autor de un partidazo, destacó por encima de los demás, que también rayaron a un gran nivel. Aguantaron perfectamente la intensidad del partido. Ninguno cayó físicamente. Si esto es un aperitivo, prepárense. Van a disfrutar en este campeonato.