Las apuestas son de doble a sencillo por Olaizola II, pero el de Goizueta no cae en la euforia
P. A. / La Estafeta de Navarra
«12.000 euros a 6.000 a que gana Aimar Olaizola». Ésa es la apuesta más alta que se ha registrado hasta el momento en el templo de la apuesta de pelota, el Bar Cantábrico de Tolosa. Como ocurre en los días previos a las grandes finales, el establecimiento guipuzcoano es un hervidero de comentarios, desafíos y pujas. Y en casi todos ellos, el delantero de Goizueta parte como favorito indiscutible ante Barriola. «La gente ve muy claro el partido: doble a sencillo por Olaizola», explica Tomás Armedáriz, dueño de este bar.
La pizarra del Cantábrico refleja un hecho incontestable, la enorme autoridad con la que Olaizola II llega a la final del Cuatro y Medio del domingo. El delantero de Asegarce es el único pelotari que ha ganado todos los partidos que ha jugado en la jaula este año, se impuso al Barriola con holgura en la liguilla (22-9, en el Atano III) y presenta unos registros apabullantes (8,4 tantos en contra por partido y tan sólo dos saques encajados en todo el torneo). Es el favorito sin discusión… pero el pelotari y su entorno huyen de la euforia.
Los recelos de Asier. «Aimar está entrenándose bastante bien, a gusto. Lo veo cómodo y con mucho juego, aunque hay que ver cómo responde el día de decisivo. Y no creo que sea tan claro favorito como se está diciendo. Una final es un partido totalmente distinto», asegura el hermano y botillero del pelotari, Asier Olaizola.
Para el mayor de los Olaizola, el encuentro será «muy duro en su primera mitad. Después, es muy posible que uno de los dos se distancie en el marcador. Y si Aimar juega como sabe puede ganar: defiende un montón y sabe terminar el tanto», afirma. «No sé si estará al cien por cien, porque lleva tres semanas sin jugar, aunque espero que eso no le influya», añade.
El propio interesado, Aimar Olaizola, comparte las reservas de su hermano. «Nunca hago caso de las apuestas o de los comentarios. Hay que jugar todos los partidos, y éste no va ser nada fácil. Creo que la final está al cincuenta por ciento», señala el finalista, en una señal de humildad que tiene razones de peso.
La historia reciente del Campeonato del Cuatro y Medio recoge ejemplos esclarecedores. En 1999, Mikel Unanue se impuso en la final a Patxi Eugi por 22-11, a pesar de que el agoizko era el favorito sin discusión. Y la edición del año pasado deparó la victoria de Nagore ante Titín III (22-15), aunque el delantero riojano llegaba invicto a la final.
Las estadísticas de Olaizola II en la jaula asustan. Se encuentra en un gran estado físico y con confianza –que no confiado–. Es difícil encontrar datos en su contra o ponerle algún pero, pero ahí va uno: recientemente se ha entrenádo con Patxi Ruiz, y éste le ha derrotado en dos partidillos en la jaula.
El material. La elección de material que tendrá lugar hoy en Vitoria (Ogueta, 12.00 horas) se presenta especialmente interesante en esta final, ya que los dos manistas buscarán material «completamente diferente» en el cestaño, como reconoce Asier Olaizola: pelotas toscas para su hermano y vivas para Barriola.