Olatz Arrizabalaga (Lea Ibarra) y Leire Galeano (Olalde) se llevaron la txapela en categoría femenina al poder vencer con un 23-21 a Leire Garai (Zaramaga) y Andrea Capellan (Ezcaray). Las coloradas, es decir, Leire y Andrea comenzaron con una bonita diferencia. Las dos arrancaron muy bien el partido. Muy concentradas y sin apenas perder nada. Además, Garai estaba muy suelta con su gran zurda a la hora de ir al remate.
Encontraron una bonita diferencia aunque después de que las azules pidieran el segundo descanso, hubo una reacción de Olatz en la que cuando entraba en juego en tareas ofensiva daba un paso para ellas. Sin embargo, dentro de ese ritmo, sería difícil y más con el buen partido que estaban realizando Leire y Andrea. Continuaron con esa dinámica para poder romper de nuevo la cita. En esta ocasión, parecía la definitiva. Eran las que manejaban el tempo de los tantos. Tenían a las oponentes corriendo detrás de la pelota y llegaron hasta el 21-13.
Sin embargo, en este momento todo cambió. Las azules no cesaron en sus opciones. Iban a cosechar ocho tantos de manera consecutiva para llegar hasta el 21-21. En ese instante, los jueces les recordaban, que desde la organización se puso la regla de que había que ganar por dos tantos o sino sería llegar al 25. Con lo cual, esa remontada todavía no les valía. Arrizabalaga, se echó por completo el peso de la pareja aunque Galeano hizo un trabajo muy bueno. Muy segura cubriendo cancha pero pasando por un segundo plano ya que el duelo de Olatz era muy bueno, pero sin la buena labor y la seguridad de Leire esta remontada no se podría haber ejecutado.
Garai y Capellán estaban en un agujero muy profundo a nivel psicológico. No daban crédito de lo que estaba sucediendo en la cancha. Les presionó muchísimo ver cómo las oponentes venían en el electrónico. Ese juego tan bueno que habían sacado a la cancha se había perdido y estaban a merced de las oponentes desde ese 13-21. También llegaron errores que transmitían una enorme presión y nervios. Finalmente, Arrizabalaga y Galeano con una racha de 10 tantos consecutivos, dieron la vuelta a la cita para salir campeonas. Además, desde que se impuso esta regla del 21-21 es la primera vez que se da en el torneo.
En categoría promesas Beñat Apezetxea (Erreka) y Unax Landa (Oiarpe) salieron campeones al poder derrotar a Iker Egiguren (Ilunpe) y Aingeru Bernaola (Lea Ibarra) por un 22-11. Encuentro impecable el que disputaron el delantero de Goizueta y el zaguero de Oiartzun. Comenzaron con los dos gozando de una enorme chispa. La pelota les salía a muchísima velocidad desde la mano. En la zaga el dominio era claro con un Bernaola viéndose obligado a tener que estar muy cercano al rebote y estar en posiciones nada apetecibles. De aire, de defensa y viéndose forzado.
Pese a ese dominio, y que podía tener huecos, Apezetxea estaba moviendo la pelota a la perfección. Muchísimos tantos eran ellos por su parte, ya que Egiguren y Bernaola aunque estaban compitiendo dentro de tareas defensivas, no estaban regalando absolutamente nada. La situación era clara. Estaban siendo superados por una pareja que estaba jugando un encuentro excepcional.
Con el duelo roto, Egiguren y Bernaola continuaron. Mostraron su seña de identidad y han trasladado lo que han ofrecido durante todo el campeonato. Era una tarde de mucho calor, y cuando el cansancio también entraba en escena y cuando Beñat y Unax no estaban ya tan inspirados en consecuencia de estar más cansados, Iker y Aingeru les forzaron en tantos duros y que ellos también tuvieron que correr mucho. Sin embargo, Apezetxea y Landa tenían una bala más guardada en su arsenal y no iban a salirse para nada del partido. Sabían que no se podían relajar y por ello, el triunfo fue claro para ellos. Grandioso envite el que afrontaron y consiguieron llevarse el triunfo.
En la final de los senior Unai Amiano (Aurrera Tolosa) y Antton Apezetxea (Umore Ona) vuelven a alzar la txapela por segundo año consecutivo. Para Amiano es la primera en los seniors ya que el pasado año ganó en los promesas. Derrotaron mediante un 22-16 a Jorge Fernandez (San Cosme) y Aratz Oliden (Lapke).
Eran los colorados los que estaban manteniendo la dinámica de dominio en los tantos. Comenzaron con una bonita diferencia. Suelto a Antton como en la semifinal y a Unai también pegando bien a la pelota. Tenían a los azules defendiendo. Sin embargo, iban a regalar mucho y dieron muchas oportunidades a Fernandez y Oliden. Se metieron en el partido en el marcador, pero tampoco estaban siendo capaces de ser ellos quienes generaban la oportunidad para después definir los tantos.
Lo mejor lo hacían los colorados pero lo peor también. La sensación, sin embargo era que si Unai y Antton no se torcían del todo que el duelo lo podían tener encaminado. Aun así, con Jorge y Aratz con una parada del riojano en el ancho y acercándose a un tanto en un compromiso que ya estaba bastante adelantado, les podía poner en apuros. Sin embargo, una pelota que se arrimó en pared izquierda y que no pudo ser traída por el zaguero guipuzcoano sería una de las claves.
Unai y Antton no se cegaron y pudieron realizar un bonito desenlace. Dominando, obligando a los rivales y sin cometer errores. Esa facultad en los tantos finales les otorgó la txapela por segundo año consecutivo en el torneo de El Antiguo.