El Labrit acoge esta tarde (17.00 horas) la primera final del Circuito de Pelota Mano, con la lucha entre Armendariz y Alustiza por el Abierto de Navarra
P. A. / La Estafeta de Navarra
Dos pelotaris ilustres, Carlos Armendariz y Martín Alustiza, serán los protagonistas esta tarde (17.00 horas) de una cita simbólica para la pelota profesional –el tiempo dirá cuánto–. Armendariz y Alustiza se enfrentarán dentro del Cuatro y Medio, en la primera final del Circuito de Pelota Mano (el CPA), la apuesta de la empresa Frontis por organizar campeonatos dentro de un ránking regido exclusivamente por resultados deportivos. Y el frontón elegido para dar la primera txapela es la cuna de otros muchos proyectos pelotazales: el Labrit.
El Abierto de Navarra pondrá así su punto y final, después de un campeonato relámpago que comenzó el 20 de noviembre con las rondas de dieciseisavos de final. Con la final de hoy, en 21 días se habrán disputado 13 encuentros. Ha habido suerte con las lesiones y no ha sido preciso ningún aplazamiento, pero ha quedado claro que el CPA –en el que, además, no existen las elecciones de material– es un sistema de competición muy ágil.
Paradójicamente, quienes han llegado a la parte final del torneo han sido los más veteranos. Alustiza, Armendariz, Errandonea y Arretxe coparon las semifinales, después de frenar el paso a varios pelotaris quizá con poco nombre, pero con años como profesionales por delante, jóvenes y una proyección interesante: Larraia, Altuna, Amarika, Elola y Gorriti. Los semifinalistas partirán como cabezas de serie en el próximo torneo de esta ATP pelotazale, el Abierto de Vizcaya.
estrenos tardíos. En el encuentro de esta tarde, Alustiza y Armendariz lucharán por algo más que una txapela: juegan por conseguir un título individual, algo que ha sido esquivo en la carrera deportiva de ambos. Armendariz se ha quedado a las puertas en tres ocasiones: fue subcampéon del Manomanista de Segunda en 1995; seis temporadas después, en 2001, cayó en la final del Cuatro y Medio ante el mejor Mikel Goñi que se ha visto en profesionales; y por último, en julio de este año cayó ante Inaxio Errandonea en la final de la jaula navarra. El zaguero de Orcoyen tuvo aquel partido en su mano, pero se le escapó por pequeños detalles (22-20).
El caso de Martín Alustiza es diferente, porque él sí sabe qué es ganar mano a mano en un frontón… aunque ocurrió hace tantos años que conseguirlo hoy sería casi como inaugurar su casillero. El veterano delantero de Segura (42 años) se hizo con la txapela del Manomanista de Segunda hace 20 campañas, en 1984. Alustiza es un pelotari clásico en partidos por parejas, pero también ha hecho sus pinitos en luchas individuales. Y el Cuatro y Medio le va como anillo al dedo.
La trayectoria de ambos antes de la final es impecable. Armendariz se impuso en cuartos de final al debutante Iñigo Altuna por (22-12), y derrotó después a Fernando Arretxe (22-9). Por su parte, Alustiza ha pasado más apuros, aunque sus rivales también han sido más poderosos. El pelotari guipuzcoano superó en las rondas anteriores a Carmelo Ariznabarreta (22-13), a quien venció con mucha claridad, y a Inaxio Errandonea (22-17), después de arriesgar en el remate y remontar un partido que tenía casi perdido.
El poder del zaguero. Armendariz parte como favorito en esta final, aunque él mismo advierte del peligro de Martín Alustiza. «En el Cuatro y Medio no juega como en parejas. Si tiene pelota entregada no da opción, la esconde. Además, está en un gran momento de forma. Va a ser un partido muy complicado», asegura el pelotari navarro, que tratará de imponer el dominio de su derecha para alejar al hábil delantero de los primeros cuadros y acabar él los tantos. Si lo logra, se llevará esta primera txapela… y los 3.000 euros del premio.