Los dos delanteros eligieron en Balmaseda material propicio para un partido largo
Pablo Almárcegui / La Estafeta de Navarra
Aimar Olaizola e Imanol Agirre, rivales en la jaula, son dos pelotaris resistentes, amantes del duelo individual y con un especial gusto por el juego a bote. Su encuentro del sábado, en Balmaseda, se perfila muy duro, como una especie maratón de pelotazos. Y ambos manistas se pertrecharon ayer para ello, al elegir un material fuerte, dos lotes de pelotas similares que dejaron satisfechos a ambos.
«El material está bastante bien, los dos hemos acabado contentos», aseguró ayer Imanol Agirre. «Los dos hemos elegido lotes muy parecidos, con una pelota con un poco de salida y otra bastante baja. Coincidimos en el planteamiento: un partido largo» aseguró el vizcaíno, que optó por dos pelotas de 105,1 y 103 gramos, mientras que Olaizola II optó por otras dos de 105 y 104,8 gramos.
Pletóricos. Olaizola y Agirre llegan al encuentro en un buen momento de forma. El primero dejó claro en su encuentro del fin de semana pasado –22-12 a Gonzalez– que está fino, y que ha dejado muy atrás la lesión de tobillo que le apartó del Torneo de San Mateo. «Ya me imaginaba que estaría en muy buena forma, es muy difícil que a Aimar le pille desencanchado un campeonato», señaló Agirre, en un comentario avalado por muchas estadísticas. Las más recientes, las de los torneos del pasado verano, hablan de un pelotari que logró dos txapelas y alcanzó tres finales, después de disputar cinco campeonatos –incluido el de Logroño, que no acabó por la mencionada lesión de tobillo–.
Un favorito y un espejo. Por su parte, Agirre también se encuentra muy bien físicamente –con leves molestias en un par de dedos–. Este año ha podido entrenar el Cuatro y Medio a conciencia. Además, salió de su anterior encuentro, en el que se impuso a Enrique Galarza por 22-20, con buenas sensaciones, aunque es consciente de quién es el gran favorito. «Está claro que es Aimar, y más después de llegar a la segunda ronda. Pero yo no me conformo con haberle vencido a Galarza, hay que aspirar a ganar el campeonato», señaló.
Aimar Olaizola demostró en el último campeonato que jugó, el de 2002, que cuando está en forma es un coloso en la jaula, capaz de ganar por agotamiento a cualquier rival. No obstante, el sábado se enfrentará con un pelotari similar, que hace del físico un factor decisivo en sus encuentros. «Nunca he conseguido hacer un buen campeonato del Cuatro y Medio, aunque es una distancia que me gusta. Llego bien preparado y sé que Aimar deja jugar, aunque exige dar muchos pelotazos a buena y tiene una zurda con la que acaba muy bien el tanto. La clave estará aprovechar las pocas pelotas que me deje claras para el remate», analizó su rival, que avanza que está más que mentalizado para el maratón: «A mí también me van los partidos largos», aseguró.