La delegación de este país regresa a Euskadi tras la derrota de 2002
Juan Luis Ibarretxe / Deia
Ya están aquí los irlandeses. Y llegan con ganas de revancha. En 2002, O’Connor y Sheridan cedieron ante los guipuzcoanos Sorarrain y Zapirain por 17-22 en una contienda celebrada en el Gurea de Azkoitia. Entonces, el choque se disputó dentro del Cuatro y Medio y con una pelota muy ligera que beneficiaba a los irlandeses, que no están acostumbrados a jugar en frontón. Estos compiten en una especie de squash, con una pared sin chapa y con un material de goma. Para esta ocasión también se tendrán en cuenta las particularidades de la pelota vasca e irlandesa y se hará una especie de híbrido para que este viernes, a partir de las 22.00 horas, se presencie un bonito espectáculo en Azkoitia. En concreto, se instalará un rebote a 20 metros del frontis, concretamente en el cuadro seis, se emplearán pelotas de 60 gramos, frente a los más de cien de la mano profesional y el saque se efectuará desde el cuadro tres, más cerca de lo habitual.
El festival acogerá tres partidos y el conjunto que gane al menos dos de ellos se adjudicará la victoria en el enfrentamiento. Abrirán las hostilidades González-Gandiaga II y Gregan-McCann en un duelo sub’22, a continuación se presenciará un mano a mano entre Erauzkin II y Kennedy y para finalizar confrontarán Erroizenea-Zapirain y Doyle-Keegan.
«Su arma es el rebote»Kepa Arroitajauregi ha sido el encargado de seleccionar y prepara a los pelotaris de Euskadi de cara a esta importante cita. La selección, que ayer realizó en Markina su séptimo y último entrenamiento antes de los encuentros del viernes, apunta que «vamos a ir a ganar, pero luego puede que nos sorprendan con el rebote que es su mejor arma. Nosotros intentaremos que lo utilicen lo menos posible».
El técnico, no obstante, reconoce que sus adversarios también se encontrarán con alguna dificultad en la cancha azkoitiarra. «El que no haya chapa les perjudica, sobre el material, a nosotros la pelota se nos saltará de la mano, mientras que a ellos les puede hacer daño. De todos modos, no creo que a nadie le vaya a perjudicar en exceso este tipo de normas», destaca Arroitajauregi, quien ya preparó a los manistas de cara al Mundial de Irlanda del año pasado.