El de Goizueta, que vencía por 15 a 12, se torció el tobillo y se le puso “como una bota”
Juan Luis Ibarretxe / Deia
La lesión de Aimar Olaizola otorgó a Xala y Goñi III el pase a la final del Torneo de San Mateo de mano, cuyo encuentro de ayer no llegó a concluir. El motivo fue una torcedura de tobillo del goizuetarra producida y el marcador señalaba un 15 a 12 a su favor. El delantero de Asegarce efectuó un saque y al apoyar, se dobló el tobillo debido al impulso. Acto seguido se retiró a los vestuarios, donde se le practicó un fuerte vendaje. Corría el minuto 58 de partido y, tras realizar una prueba en el gimnasio del Adarraga, volvió a la cancha siete minutos después. Sin embargo, casi de inmediató regreso a los vestuarios para, tres minutos más tarde anunciarse la suspensión.
Olaizola II reconocía en vestuarios que el torneo “está gafado” y se lamentó de que la lesión le llegase en el momento en el que había encontrado “una pelota que era una maravilla”. Asimismo, señaló que en sus condiciones era imposible continuar, ya que tenía “el tobillo como una bola”.
Hasta este percance el encuentro estaba siendo realmente duro, ya que los de Aspe, que se quejaron que en el cestaño sólo había una pelota de su empresa y cinco de Asegarce, basaban su juego en los pelotazos hacia la zaga. Allí, Peñagarikano, que había entrado en el torneo en lugar de Otxandorena, sufría un auténtico calvario. Pese a ello, un arranque de inspiración de Olaizola II, que firmó seis tantos de manera consecutiva, instaló el 11 a 9. A partir de entonces se vivió un toma y daca en el que los de Asegarce llevaron la iniciativa, pero no pudieron sellar la victoria.
Hoy, Irujo contra Titín
Martínez de Irujo-Apeztegia, sustituto de Pascual, y Titín-Elkoro se juegan a partir de las 19.00 horas el segundo billete para la final. Los primeros deben vencer, como mínimo, por cuatro tantos de diferencia, mientras que a los segundos les vale con llegar a 18.