Los pelotaris, sobrecargados

«Las empresas quieren programar, los pelotaris jugar y el aficionado disfrutar»

JAVIER HERNÁNDEZ / Diario de Navarra
Sin llegar, siquiera, la fecha de estreno, los «sanmateos» riojanos han debido remodelar su planteamiento inicial por culpa de las lesiones. Dos problemas musculares dejan fuera de la actividad a dos primeros espadas como Asier Olaizola y Oier Zearra. Como ya es sabido, Oinatz Bengoetxea y Ruben Beloki ocuparán sus sitios.

Todo ello conlleva, de paso, la supresión del duelo entre delanteros previsto para el sábado y sustituido, sobre la marcha, por una inédita confrontación dentro del Cuatro y medio entre Titin y Olaizola II. El Manomanista previsto también ha debido ser limitado a tres participantes, en lugar de cuatro. Agirre jugará contra González y al triunfador le esperará Barriola. Asegarce ha debido usar la imaginación a toda prisa.
A partir de todo ello asalta más de una interrogante. ¿Se les somete al pelotari a un esfuerzo excesivo?. ¿Son lógicas o alarmantes esas heridas de guerra?. José Mary Urrutia, responsable médico de Aspe, tiene las ideas muy claras: «A estas alturas de la temporada y luego del ajetreo del verano, las consecuencias no son alarmantes. Ningun pelotari puede estar en este momento a un cien por cien de rendimiento porque el sobre esfuerzo ha sido serio. A ello hay que añadir posibles defectos de hidratación e incluso de un debido protocolo muscular de recuperación».

Urrutia explica que «después de un partido el pelotari, habitualmente, se sienta en el vestuario y se dedica a quitarse los tacos en lugar de emplear diez minutos a realizar algun tipo de estiramiento. Se juegan muchos encuentros y los plazos de recuperación son cortos. Los partidos de fútbol duran noventa minutos. Los de pelota tienen un abanico que van de los 35 minutos a la hora y media. Se acumula el trabajo y siempre hay riesgo de una lesion muscular o de una contusión, una fractura o un problema articular».

Las lesiones de Olaizola I y Zearra no son para el médico de Kines reveladoras de nada extraño: «Yo espero que a lo largo de los propios «sanmateos» que algún otro pelotari pueda llegar a tener problemas. Van a jugar cada dos dias y siempre hay que pensar en esa posibilidad».

Llegados a este punto, la pregunta es si se tensa demasiado la cuerda. José Mary Urrutia encuentra varios factores en la respuesta: «Es difícil calibrarlo aunque el duplicar el esfuerzo es siempre arriesgado. Nos movemos en un terreno profesional con los consiguientes intereses mercantiles. Las empresas quieren atener a las peticiones y programar partidos. A los pelotaris les interesa jugarlos porque ganan más dinero. Existe una televisión y el aficionado también busca disfrutar con el espectáculo. Todo ello obliga a una vigilancia física del deportistas cada dia más exigente. Los Torneos de Verano ya no son de ferias y fiestas. Cada año están más consolidades y son más seguidos por el espectador. En San Fermin, en el Ciudad de San Sebastián, en Zarauz o ahora mismo en San Mateo, se lucha a tope porque la competición tiene un prestigio determinado. Y posteriormente llegan los torneos oficiales en donde se pasa de los 350 o 400 pelotazos a los 800. El ritmo resulta a veces mareante».

José Mª Urrutia encuentra las soluciones «en la propia preparación del pelotari, y en la suerte». Y se consuela: «En Aspe, el problema más importante que hemos tenido ha sido la fractura de dedo de Martínez de Irujo. Ahora están en el dique seco Xabi Galarza y Lascuráin. En Asegarce lo están pasando peor».

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