El delantero navarro realizó ayer una prueba para valorar si puede jugar el fin de semana
Si por Juan Martínez de Irujo fuera, jugaría todos los días. Se lo pasa bien. Quiere disfrutar en la cancha y que los aficionados disfruten con él. Pero la suerte le ha dado la espalda al delantero de Ibero durante este verano. Después de un Cuatro y medio regular, un gran Parejas -fue finalista- y la guinda con el título Manomanista, el verano se ha cebado en el joven campeón en forma de lesiones.
NAFARRATE./La Rioja
Se fisuró el dedo meñique en San Fermín y ha ido arrastrando la lesión durante el verano. Hace diez días, en Albelda, se propinó otro golpe tremendo en la zurda y ahora, el dedo anular era el damnificado.
Reposo
El reposo es la única medicina para arreglar los desperfectos, pero las ganas de salir pueden al navarro. Acude a diario a la consulta del médico. Corrientes y pastillas componen su tratamiento.
Ayer acudió solo al frontón de Vidaurreta para valorar sus sensaciones. «Si no tengo dolor, a lo mejor juego, pero no soy demasiado optimista para este fin de semana», adelantó el navarro.
En sus planes sí que entran los ‘Sanmateos’, un torneo que le apetece por el «gran ambiente» que se encontró el año pasado. «Jugué un tercer partido y la gente estaba allí, el frontón a tope, el ambiente era fantástico. En esas condiciones es muy bonito salir a jugar y además tengo ganas de arreglar un poco el verano, donde no he jugado ni un partido en condiciones», se censuró a sí mismo.
Su enfado va más allá, porque al genio por sus malas actuaciones añade el hecho de no haber podido rendir ante tanta gente como le estaba esperando en los frontones veraniegos.
«De lo único que me alegro es de que los problemas me hayan llegado en verano, dado que hay menos responsabilidad ya que este año aspiro a hacer un buen Cuatro y medio», comunicó un Irujo que confía en solucionar sus dolencias lo antes posible y reaparecer en condiciones