Seis décadas han pasado desde la final Ábrego-Salsamendi
Diario de Navarra
Ezkurra y Lizaso disputarán el próximo sábado la gran final del Casino Kursaal, en un duelo que se está convirtiendo en todo un clásico. Eso sí, la final más famosa de la historia enfrentó a Abrego con Salsamendi el 28 de septiembre de 1944, con lo que pronto se cumplirán 60 años de aquella épica pelea.
El mito Abrego, que ya contaba con 34 años, acabó imponiéndose a Salsamendi, de sólo 18 años, ante un Urumea absolutamente abarrotado que acabó entregado al juego del «mago de Arróniz y de la revelación del remonte de Orio tributándoles una grande y prolongada ovación»:
Abrego repìtió
Las crónicas del partido, cedidas por el escritor y recopilador Javier Albisu, hablan de que Abrego revalidó el título de «indiscutible campeón de España que venía defendiendo desde 1927» tras lograr diez saques y una falta por once del aspirante.
Abrego, cohibido y entregado solamente a su juego defensivo por sus nervios y por haber tenido que jugar espaciadamente debido a lesiones sufridas, decidió el partido en la parte final por su mayor habilidad, sin que su superior pegada e intuición de juego saliera a relucir.
Tuvo ante sí a un Salsamendi III, sereno, optimista, que había logrado todo con llegar a la final y que jugó todo lo que puede jugar confirmando que es un embrión de figura». Salsamendi se adelantó 10-14, pero trece tantos seguidos de Abrego dejaron visto para sentencia el choque (23-14), aunque hubo susto (24-20, 26-22, 29-25, 34-25, 34-32 y 35-32).
Son muchos los que consideran a Ezkurra como el máximo sucesor de Abrego en la historia y el delantero buscará el próximo sábado su octava txapela. Con el fin de preparar el gran duelo, tras nueve días en el dique seco por una bronquitis, Koteto jugará hoy un duelo por parejas en el que le secundará el seguro Etxeberria III frente a Zeberio II y Etxabe.
Antes, él y Lizaso se citarán en la propia cancha de Galarreta para separar el material de la final del sábado.