El frontón Astelena de Eibar cumple hoy su centenario | Irujo reaparece para la ocasión, tras ganar el Manomanista | Junto a Pascual, se enfrenta a Titín III-Barriola
Pablo Almárcegui / La Estafeta de Navarra
El frontón Astelena, uno de los escenarios más importantes de la pelota vasca, cumple hoy cien años, un siglo de partidos inolvidables, de campeonatos… y de lunes. Porque el Astelena, –Lunes, en euskera– debe su nombre a las costumbres de su tiempo, allá por 1904. Por entonces, se tenía la costumbre de acudir a ver pelota el primer día de la semana, jornada en la que muchos no trabajaban, porque descansaban tras los excesos del día de fiesta. Con el tiempo, los festivales rara vez se organizan en ese día, pero el nombre Astelena ha quedado como vestigio de aquellos primeros tiempos en los que la pelota se organizó para ofrecer un espectáculo.
Para celebrar el aniversario, la Sociedad Frontón Astelena, propietaria del recinto, ha trabajado en diversos frentes: ha editado un libro, Frontón Astelena 1904-2004, ha puesto en marcha una exposición fotográfica y, sobre todo, ha contratado un festival extraordinario a la empresa eibarresa Aspe. A partir de las 17.00, y retransmitido por ETB 1, se disputan varios partidos con un plato fuerte, el Martínez de Irujo-Pascual contra Titín III-Barriola: el regreso a las canchas del txapeldun Irujo.
El regreso del txapeldun
Sin tiempo apenas para haber digerido la txapela que logró ante Yves Xala, once días atrás, Juan Martínez de Irujo vuelve a jugar un partido de pelota, recién concluidas unas cortas vacaciones que el pelotari de Ibero ha disfrutado en la República Dominicana.
Irujo comienza así lo que promete ser un verano apretadísimo, en el que su empresa tratará de aprovechar el tirón que tiene el nuevo número uno de la pelota profesional (como refleja la clasificación de Manista.com, tras la disputa de la final del 13-J). Por lo pronto, el de Ibero va a disputar al menos cuatro partidos en una semana: el de esta tarde; el de mañana (con Goñi III, ante Xala-Pascual, en Urrestilla); el del sábado en Fuenmayor (con Barriola, ante Titín III-Lasa III); y el del próximo fin de semana (semifinales del Torneo del Cuatro y Medio de San Fermín, ante Nagore).
El regreso a los frontones del pelotari del momento se complementa con otros alicientes. Respaldado por el cada vez más asentado Pascual, Irujo se enfrentará en los cuadros alegres con el delantero más en forma, Titín III, que acumula un magnífico 81 por ciento de triunfos este año. Y con Titín jugará Barriola, el caso opuesto, pues se enfrenta al reto de romper por fin su pésima racha de diez derrotas consecutivas. Para el de Leitza, una ocasión inmejorable para reivindicarse.
El festival se completará con dos encuentros de parejas, Nagore-Apeztegia contra Capellán-Elkoro y Etxakiz-Eulate contra Del Rey-Galarza VI.
De Irujo a Atano III. Y mientras Irujo y Titín III disputen los tantos con su juego espectacular, se cumplirán exactamente cien años desde otro partido jugado en ese mismo escenario, también de pelota, y con las mismas reglas que ahora pero con algún pequeño cambio… como las alpargatas que calzaban entonces los pelotaris. En esa ocasión jugaron Cantabria y Tacolo, con victoria del primero por 22-17. Fue el primer partido en el Astelena, en un día en el que se vio una gran agitación en las gradas, por el ritmo desenfrenado de los apostantes.
Un frontón vivo. Las apuestas serían una de las grandes características del Astelena, con una cátedra muy fiel, incluso en nuestros días. De hecho, en la actualidad se trata del único frontón de mano profesional que abre todas las semanas, al menos un día.
A lo largo de su historia, el frontón de Eibar ha sido sede de ocho finales del Manomanista, desde que en los años 40 comenzara a celebrarse este campeonato. En él logró su cuarto y último título el primer txapeldun de la historia, Atano III (en 1946); y también alcanzaron la txapela Gallastegi, en 1950; Soroa II, en 1954; Arriaran II, en 1955 y 1956; Azkarate, en 1960; Atano X, en 1966; y Retegi I, en 1973, la última ocasión en la que el recinto de Eibar vio una final del mano a mano.
En su larga existencia, el Astelena ha tenido que superar vicisitudes muy diversas, como el incendio que sufrió en 1934, o el bombardeo que le afectó en 1937, durante la Guerra Civil. Y en ese tiempo ha sido testigo de actividades muy diversas, como exhibiciones de herri kirolak, mítines, fiestas o, incluso, boxeo y peleas de gallos. Sin embargo, hoy conmemorará sus cien años con un espectáculo de aquello por lo que fue construido: acoger grandes partidos de pelota.