El de Irurtzun no tuvo rival en Zarautz ante un Barriola que sigue bajo mínimos
Irujo será su próximo rival en el torneo San Fermín, el 2 de julio en el Labrit
Echevarren / Diario Vasco
Incidencias: Floja entrada en el Aritzbatalde de Zarautz. 150 personas. El futbolista Txomin Nagore acudió a ver a su hermano Jorge.
Jorge Nagore no tuvo problemas para derrotar en el Aritzbatalde de Zarautz a Abel Barriola en la eliminatoria que daba inicio al Torneo de San Fermín, nombre con el que Aspe y Asegarce han denominado al cuatro y medio navarro. El delantero de Irurtzun se enfrentará en semifinales, dentro de la escalera de Aspe, a Martínez de Irujo. El duelo tendrá lugar el próximo 2 de julio, viernes, en el Labrit de Pamplona.
Nagore no encontró resistencia en un Barriola que sigue en horas bajas. Más que un partido, aquello pareció un entrenamiento. Sin hacer nada del otro mundo, empleando simplemente sus armas por todos conocidas, el actual campeón de la distancia solventó la papeleta en un abrir y cerrar de ojos. El choque duró 35 minutos, de los que sólo diez fueron de juego real. En el torneo ETB-Kantxa de Elgeta suelen verse partidos más disputados, con mucha más enjundia. Y eso que no son profesionales…
Nagore reconoció que el partido fue malo, que no se correspondió con el interés que había levantado, y se quejó del trato que le está dando su empresa a lo largo del año en los partidos por parejas. «No se están portando muy bien conmigo», aseguró. Si llega a perder, no sabemos qué hubiera dicho…
Un paseo en toda regla
A Nagore ya le gustaría que todos los partidos fuesen como el de ayer. Apenas si tuvo que esforzarse para acabar con la resistencia de su rival. A pesar de que el marcador no le fue favorable en los primeros compases del partido, marcó su territorio como si fuese un felino y no dejó que nadie se apropiara de él. La verdad es que Barriola ni siquiera lo intentó. Apoyado en la efectividad de su saque -jugada con la que consiguió ocho tantos, y en su juego en largo, Nagore fue sumando tantos uno tras otro sin inmutarse. A diferencia de la final del Manomanista, no vimos una sola entrada de aire. Al de Irurtzun no le hizo falta.
Barriola, fatal
Abel Barriola está inmerso en una crisis de juego y resultados. Dicen quienes están con él a diario que se deja la piel en los entrenamientos, que su actitud es siempre positiva, pero eso luego no tiene traducción en la cancha. Y las derrotas se acumulan una tras otra en los campeonatos importantes.
El leitzarra ha tirado por tierra todo el trabajo que le llevó a ser encumbrado como el pelotari de moda en 2002, año en el que lo ganó prácticamente todo, Manomanista, cuatro y medio y cuatro y medio navarro.
Barriola dio una imagen muy pobre en el Aritzbatalde. Sus números son esclarecedores. En su haber sólo figuran dos tantos; el saque con el que inauguró el marcador y una dejada al txoko con la derecha que supuso el 0-3. Los otros tres tantos que subieron a su casillero fueron gracias a los errores de Nagore.
Abel nunca estuvo cómodo en la cancha. Agarrotado, nervioso, dio la impresión de que el partido no iba con él. Se empeñó en enviar pelotas a los jueces en la contracancha. Una tras otra, hasta cinco. También tiró dos pelotas por debajo del colchón con la derecha y en el resto de saque no estuvo precisamente acertado. Y como colofón, se pasó de la raya del acotado en el último tanto. Barriola tiene todo el verano por delante para recuperar el crédito perdido. Ojalá que lo consiga.