Juan Luis Ibarretxe / Deia
Se llama Xabier Larraia, pero su nombre no suele aparecer en la televisión ni en los grandes titulares de prensa. Sin embargo, ahora hace la competencia a Beloki, el otro ídolo del pueblo y que, con Alberto Beloki e Iñaki Esain completa el póquer de profesionales de la localidad. Pero este delantero de Frontis, campeón con Armendariz del Open de Araba y mejor debutante de 2004, y el zaguero de Asegarce, no son sólo paisanos, si no que además son cuñados, por lo que la rivalidad entre ambos es muy sana. «Rubén está en un momento espectacular, anda a un nivel altísimo, y está en la final, a pesar de que al inicio nadie apostaba por ellos, ni siquiera para colarse en las semifinales». Xabi, sin embargo, no recalca sólo la actuación del mayor de los Beloki a lo largo de esta competición, si no que considera que lo que tiene mucho mérito es «permanecer tanto tiempo en lo más alto, ha logrado cuatro Manomanistas, dos parejas y es el mejor zaguero del cuadro. Es un crack». Así las cosas, Larraia no oculta que «sería la repera» formar algún día con su cuñado y, de hecho, «una vez jugamos en contra. Fue en la inauguración de un frontón, yo era aficionado y nos mezclamos con profesionales, mi zaguero era Armendariz y fue una experiencia muy bonita».
Los primeros pelotazos de Beloki y de Larraia se produjeron, como no, en Burlata, pero este último tenía una pequeña ventaja a la hora de decantarse por este deporte, ya que su padre Luis Larraia, que llegó a ser palista profesional, «fue el fundador de la escuela del frontón Askatasuna. Con cinco años yo ya estaba jugando allí, luego, con catorce, me marché al Oberena, desde donde recalé en el Paz de Ziganda». Ahora, este joven, licenciado en Sociología y que reconoce que se le dieron bien los estudios, entre otras cosas, «porque me tomé la carrera como un hobby», tiene ante sí un futuro prometedor, aunque no se marca metas. «Lo que me gusta es trabajar a tope, de esta manera llegaré hasta donde deba y tendré la conciencia tranquila», señala.
Ofertas y Mundial
Xabier dio el salto al profesionalismo el 25 de mayo de 2004, pero con anterioridad ya había escuchado cantos de sirena, puesto que «tuvo la posibilidad de firmar por Maesku, que luego se integró dentro de Asegarce. También entrené con Aspe y me ofrecieron debutar con Garfe, pero no lo hice. Tenía dudas por haber esperado hasta después del Mundial , pero estoy muy contento. Estoy aprendiendo mucho con los pelotaris de Frontis, el proyecto aquí es muy importante y en el Mundial lo pasé muy bien».