El delantero goizuetarra se apuntó diez tantos de saque ayer en Balmaseda
Karmelo Anabitarte / El mundo Deportivo
Aimar Olaizola pasó por encima de Imanol Agirre en la segunda eliminatoria de octavos de final del Cuatro y Medio, ayer por la tarde en Balmaseda (22–7). El delantero goizuetarra, que venía de estrenarse con una holgada victoria hace siete días ante Gonzalez (22–12), dio otro golpe de autoridad sobre la cancha ante un rival que mantuvo el tipo sólo en los primeros compases para deshacerse después como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Al campeón del año 2002 le han bastado las dos primeras eliminatorias para demostrar que, si las lesiones le respetan, estará en la lucha por el título. Miguel Capellán será su próximo rival en los cuartos de final.
Olaizola saltó a la cancha con un vendaje de compresión en el tobillo que se lesionó en los sanmaetos. Quizá por eso, mientras los miedos y los temores a una posible recaída asaltaban al delantero navarro, Agirre aprovechó la coyuntura para escaparse al 3–0. Una falta de saque permitió al vizcaíno adelantarse en el 4–3, pero fue un espejismo. Porque Aimar encadenó varios tantos de saque y a partir de ahí, el partido no tuvo más que un color: el de su gerriko azul. Del 4–3 se pasó al 4–19.
En la recta final Agirre consiguió maquillar una pizca el resultado con algún buen tanto que otro, pero no le fue suficiente para impedir una derrota tan abultada. Los diez tantos de saque encajados fueron una losa demasiado pesada para el pelotari que defendía el orgullo vizcaíno tras la eliminación de Leiza a manos de Xala la víspera en Etxebarri.
Lo dicho, Aimar Olaizola confirmó su candidatura a la txapela. Puede que físicamente no esté en su mejor momento, pero no cabe duda de que, superadas con solvencia las dos primeras rondas, irá a más cada semana que pase. Juego tiene de sobra para pelear con los mejores especialistas de la distancia