Lleva 13 victoriasseguidas en el Cuatro y Medio
Sólo en dos de estos encuentros ha necesitado menos de 250 pelotazos a buena (227 y 249)
Juan Ángel Monreal / Diario de Notiocias
Trece victorias consecutivas nunca son producto de la casualidad. Y si se producen en competición oficial mucho menos. Aimar Olaizola no pierde en el Cuatro y Medio desde 2000, ha ganado un título y va camino de aspirar a otro. Parece, salvo que alguno se encargue de demostrarlo, el pelotari que mejor domina la distancia. Vence y agota a sus rivales. Endurece los encuentros hasta que el adversario se entrega.
Miguel Capellán, a quien este año dejó en seis tantos, fue el último pelotari que venció a Aimar Olaizola en esta distancia. Pero ocurrió en 2000, cuando el navarro no era quien es, cuando tenía 20 años y aspiraba a convertirse en una figura. Al año siguiente, no pudo participar por lesión. Y en 2002 empezó a ganar partidos y no paró hasta la final. En el segundo de ellos se enfrentó a Richard Tirapu, al que dejó en siete tantos en el frontón Labrit. No le dio opción, como había hecho unos días antes frente a Fernando Goñi, al que venció por 22-5 después de 366 pelotazos a buena. Comenzaba a perfilarse un estilo, el de vencer por agotamiento, que había de darle óptimos resultados.
«A Olaizola II se le ve que confía en sus posibilidades una barbaridad. Sabe que es el mejor y espera a que sea el otro el que se equivoque y le deje una pelota franca para acabar el tanto», explica Tirapu. «Se dedica a pelotear hasta que el otro falla. Se vio frente a Nagore, que jugó un montón pero no pudo pasar de ocho tantos».
El irurtzundarra es la última víctima de un pelotari que, a día de hoy, parece inabordable. «Es muy completo. Me ha hecho jugar obligado muchas veces y tiene una grandísima defensa», explicó el campeón de 2003 después del 22-8 del sábado. Nagore no llegó a dos cifras, pero tuvo que jugar un encuentro largo, de 385 pelotazos. Barriola, en cambio, solventó su encuentro ante Xala en 159 golpes.
Para ello, para forzar tanto los encuentros, Olaizola II se apoya en dos pilares. Una buena preparación física y, sobre todo, una técnica ejemplar, quizá la mejor del cuadro. «Físicamente, lo más destacable es su capacidad de recuperación» ha explicado más de una vez Iñigo Simón, jefe de los servicios médicos de Asegarce. Por lo demás, el goizuetarra no es ni el más rápido, ni el más fuerte de su empresa. Incluso algunos como Imanol Agirre cuestionan que el goizuetarra marque la diferencia por su resistencia. «Frente a mí (7-22) no lo vi muy sobrado, y contra Nagore también me pareció que se cansaba en algún tanto un poco duro. Creo que, por la lesión del tobillo, no ha tenido mucho tiempo para preparar la competición, aunque poco a poco se está poniendo», explica el delantero de Artea. La diferencia, por tanto, parece estar en otro sitio.
Una técnica prodigiosa Sus rivales lo tienen claro, y admiran de él su capacidad para golpear a la pelota siempre en buenas condiciones. «Habrá pelotaris que tengan su misma preparación o incluso mejor. Lo que ocurre es que él se desgasta menos. Su encuentro con la pelota es perfecto. Nunca se le queda corta, nunca le atropella, como les pasa a otros. Y en esas jugadas los rivales se desgastan, mientras que él realiza une esfuerzo mucho menor», explica Tirapu, que el sábado asistió desde el paseo de palco del Labrit a la última exhibición de Olaizola.
Todo lo demás, según Tirapu, viene de corrido. «Es una cadena. Si uno tiene los pies asentados, golpea a la pelota con limpieza, la pone allá donde quiere y evita que otro pueda acabar. Y la realidad es que nadie consigue dominarle. Al final, se vio que era tanto o más que Nagore en el peloteo. Y acabando es el número uno», dice.
Por ello, Tirapu cree que Aimar Olaizola es el gran favorito para conseguir la txapela y, por supuesto, para conseguir la victoria este viernes frente a Abel Barriola. «Para ganarle a Olaizola II hay que hacer algo más que darle velocidad a la pelota, porque muchas veces él aprovecha la velocidad del contrario para hacer más daño. Hay que buscar los ángulos, que es lo que hace él», dice. Menos claro lo tiene Imanol Agirre para quien «no hay nadie inabordable». «Creo que frente a Abel influirá mucho el tipo de material que haya. Si Abel tiene su pelota en el cestaño, Aimar sufrirá mucho. Si no, será Barriola el que tenga problemas».
Tirapu, por su parte, apuesta por no descartar a Nagore y dedica un último elogio a Aimar: «Ahora mismo, creo que sólo Retegui II tuvo un nivel parecido al suyo».